Mi primera nota profesional

ALMUDENA SANZ
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La Orquesta Sinfónica de Burgos busca nuevos talentos en el Conservatorio Frühbeck con la convocatoria de audiciones para hacer prácticas. El plazo de inscripción termina este viernes, 17 de febrero

Los alumnos seleccionados podrán acudir a los ensayos de todos los conciertos que realice la OSBu durante 2023, incluso de los que no vayan a tocar. - Foto: Christian Castrillo

Desde el inicio de su historia, hace ya casi 18 años, la Orquesta Sinfónica de Burgos (OSBu) construyó un puente de ida y vuelta con el Conservatorio Rafael Frühbeck de Burgos. Algunos de los músicos que hoy integran sus filas iniciaron su formación en sus aulas, otros dan clases allí, y un buen puñado de sus alumnos han tenido su primera experiencia profesional en el conjunto dirigido actualmente por Iván Martín. Esta cifra puede crecer. El conjunto vuelve a buscar talento en las instalaciones de la calle Gonzalo de Berceo, con la convocatoria de audiciones para hacer prácticas durante este año. Se dirige a los estudiantes de 4º, 5º y 6º de las especialidades de violín, viola, violonchelo, contrabajo, flauta, oboe, clarinete, fagot, trompa, trompeta, trombón, tuba y percusión. 

El plazo de inscripción está abierto hasta este viernes, 17 de febrero, y se puede realizar a través de osbu@orquestasinfonicadeburgos.com. Los interesados deberán adjuntar un vídeo con una escala y un arpegio que se encuentre dentro del contenido de los estudios que curse y una obra o estudio libre. Mientras que los de percusión deberán grabar una obra o estudio por cada uno de los siguientes instrumentos: caja, marimba y timbales. 

Los seleccionados, que serán avisados a partir del próximo lunes, 20 de febrero, por teléfono o correo electrónico, participarán en los conciertos para los que sean reclamados hasta el 31 de diciembre, se les abrirá la puerta a todos los ensayos, incluso de las actuaciones en las que no intervengan (los no elegidos también pueden ser invitados), se les enseñará el funcionamiento del archivo de la orquesta y recibirán una beca de 300 euros para completar su formación en un curso en verano. 

«Son alumnos que aún no han pasado por el superior, para ellos una orquesta es la del propio conservatorio o la Josbu, y nosotros les damos la oportunidad de hacer música a un nivel mayor. Aquí llegan al primer ensayo y la labor del director no es que se aprendan la partitura, sino trabajar otros aspectos más a fondo. A una persona de 16 años le abre el mundo de las posibilidades que tiene una orquesta, que no solo es dar las notas en su sitio y medio afinadas», ilustra el presidente de la OSBu, Enrique García Revilla, quien advierte con orgullo que alguno de los becarios de temporadas anteriores, tras completar sus estudios superiores, ya han tenido sus primeras oportunidades en otras orquestas, incluso alguno con plaza fija. 

Pero el intercambio de experiencias circula en las dos direcciones. Las, entre comillas, viejas glorias también aprenden con la presencia de savia nueva. «Los miramos con mucho respeto. A algunos se les ve que pueden llegar lejos. El que entra como becario se puede ver como el último mono, pero los que estamos allí no le vemos así, al revés, en ocasiones pensamos que puede ser el primer mono del futuro», anota quien presidirá el tribunal de selección junto con otros músicos de la OSBu. 

Los seleccionados contarán con un tutor, miembro de la orquesta, que le facilitará los materiales, atenderá a sus dudas y evaluará sus prácticas para expedirle el certificado de aprovechamiento.