La convocatoria para ayudar a la conservación de los bienes históricos y etnográficos repartidos por la provincia ha recibido tal número de peticiones que la Diputación solo ha podido dar respuesta afirmativa a 32 de las 119 presentadas con los 200.000 euros presupuestados inicialmente. Con el objetivo de poder llegar a las 87 que se han quedado fuera y  otras nuevas que se planteen ha decidido habilitar una nueva partida de 400.000 euros. 

La Unidad de Cultura prevé que el plazo se pueda abrir de manera inminente, en septiembre, para no demorar actuaciones que en algunos casos evitarán la desaparición de una parte  importante del patrimonio cultural que atesoran los pueblos de Burgos y que solo gracias a iniciativas de este tipo puede ser rehabilitado para el disfrute de vecinos y visitantes.

La Junta de Gobierno de la Diputación ha aprobado en su reunión de hoy la relación con los 32 primeros agraciados, en los que se han atendido peticiones modestas como las de Monterrubio de la Demanda, Tardajos y San Felices del Rudrón, con cantidades inferiores a los 3.000 euros, y planeas más ambiciosos, como los casos de Quintana de Valdivielso, que percibirá 10.000 euros -la cuantía máxima- o Quintanas de Valdelucio, con cerca de 9.500.

Potros de herrar, lavaderos, fuentes, palomares, puentes, molinos, hornos comunales, ferrerías, lagares, fraguas, humilladeros, abrevaderos, retablos, esculturas, pilas bautismales, campanas, lienzos... El listado incluido en las bases de la convocatoria, que no variarán en lo sustancial (salvo plazos y fechas), resulta muy amplio. Quedan excluidos todos los bienes declarados de Interés Cultural y también aquellos en trámites para conseguir esa distinción. Los bienes deben ser de titularidad pública, salvo los de uso comunitario, y se prima tanto su valor patrimonial, como el interés histórico y artístico.

También se conceden más puntos a las localidades más pequeñas (de menos de 400 habitantes).