Si uno de los objetivos que persigue la creación de las Zonas de Bajas Emisiones es invitar a los ciudadanos a dejar el vehículo privado, otra de las obligaciones a las que se enfrenta la administración es la de hacer atractivo el uso de otros medios de transporte más limpios y sostenibles.

Si bien el equipo de Gobierno está realizando diversas inversiones en la creación de nuevos tramos de carril bici, otra de las circunstancias que disuade a muchos usuarios de utilizar este medio de transporte es el miedo a que se les robe el vehículo de dos ruedas.

La llegada de fondos europeos ha hecho que el Ayuntamiento de Burgos se haya planteado la instalación de 12 «aparcamientos seguros», también conocidos como 'iglús', de uso exclusivo para bicicletas.

La ubicación de estos párking a cubierto se ubicarían en la calle San Francisco, en la plaza Alonso Martínez, en Laín calvo, la Plaza Mayor, junto al Ayuntamiento, el puente de Santa María, la plaza Santo Domingo de Guzmán, la avenida del Cid, la plaza Luis Martín Santos, la calle San Francisco la plaza San Juan y la plaza Conde de Castro.

Ya en algunas ciudades existen este tipo de aparcamientos. Un ejemplo es Vitoria, donde cuentan con 'iglús' en los que los ciudadanos abonan una tarifa en función de si hacen uso de este espacio durante un día, si lo utilizan durante un mes...

En relación al transporte público, el Ayuntamiento ha querido también aprovechar la convocatoria de fondos europeos para introducir nuevos reguladores de tráfico. Se entienden como tal, semáforos que sirven para dar prioridad a los autobuses en determinadas vías. Es decir, se les facilita el paso mientras que al vehículo privado se le obliga a detenerse. Ya hay algún ejemplo de este tipo de semáforos en el bulevar y en la calle Vitoria.

Se quieren instalar también por la ciudad nuevos paneles de contaje de bicicletas dentro de la Zona de Bajas Emisiones.