La sexta ola retrocede y pone fin a las peonadas en Primaria

G.G.U.
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Las han hecho 20 sanitarios de cinco centros de salud de la capital y de una consulta de pediatría de Aranda. En ninguna parte se registra la saturación exigida para mantenerlas

La presión en los centros de salud empezó a aumentar en noviembre, con el comienzo de la vacuna de la gripe. - Foto: Jesús J. Matías

El desplome de las incidencias acumuladas a lo largo del último mes y medio ha descongestionado los centros de salud, sobre todo los de la capital, y en la mayoría ya es posible conseguir una cita presencial de un día para otro o, si no, en un intervalo de 48 horas. La situación empieza a asemejarse a la que había antes de la pandemia, por lo que el viernes fue el último día de vigencia de las 'peonadas' aprobadas en enero por la Consejería de Sanidad para la Atención Primaria; es decir, que ya no se autoriza el cobro de 314 euros por cada tarde fuera de la jornada ordinaria en la que médicos de cabecera pasen treinta consultas presenciales (209 euros si son de enfermería).

Burgos fue la provincia de la Comunidad en la que más éxito tuvo esta medida, dado que se apuntaron 128 voluntarios: 60 médicos (el 17% de la plantilla) y 68 enfermeros (21% del total). Se aprobó a primeros de enero, pero en marcha se puso algo más tarde y, según fuentes oficiales, en la provincia han participado «más de veinte» profesionales y no necesariamente a la vez, dado que las necesidades cambiaban de una semana para otra.

En principio, se empezó en cinco de los once centros de salud de la capital: el José Luis Santamaría (Casa La Vega), el Comuneros, San Agustín, Ignacio López Saiz y Los Cubos. A estos se sumó una consulta de pediatría en Aranda, donde suman años con escasez de especialistas en salud infantil y preadolescente. A medida que la situación mejoraba eran menos los centros que cumplían los requisitos para la aprobación de las peonadas, que quedaron limitadas a tres ambulatorios y, desde hoy, no hay ninguno. 

El 7 de marzo era el límite previsto por Sanidad desde el principio para esta medida extraordinaria, pero en Burgos se barajó la posibilidad de prorrogarla, al haber tantos profesionales voluntarios para sacar trabajo 'extra' y remunerado por las tardes. Sin embargo, la Consejería considera que no se dan las circunstancias y cumplirá el cronograma inicial.

Condiciones. Para autorizar la jornada extraordinaria -y retribuida- de tarde, Sanidad exigía que el médico apuntado debía tener una agenda de mañana que superara las 40 consultas 'a demanda' del paciente (tanto telefónicas como presenciales) y debía acreditar que la atendía «completamente». Así, todas las citas «no demorables» solicitadas por los pacientes a partir de la número 40 conformaban una «agenda común del equipo» -lo que se conoce como «agenda de rebosamiento»- que se atendía entre las 16.00 y las 20.00 horas.

Cumplir los requisitos no implicaba que se pudiera trabajar todas las tardes de esta manera, sino que se establecía el calendario 'extra' que, como mucho, podía ser de cuatro tardes, dado que una ya entra en la jornada ordinaria de los médicos. 

En enfermería se consideró que había saturación si se producía un aumento del 25% en la derivación a la jornada de tarde.