La educación, un puente hacia la igualdad de género

Europa Press
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La Fundación FAD Juventud se posiciona frente a estereotipos, roles y discriminaciones promoviendo la coeducación de intervención y sensibilización social en todos los entornos

La educación, un puente hacia la igualdad de género - Foto: Foto de fauxels en Pexels

La Fundación FAD Juventud ha incidido en que el impulso de la educación, con modelos coeducativos de intervención y sensibilización social, es una "prioridad" para hacer frente a los estereotipos, roles y desigualdades de género.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este martes, 8 de marzo, la directora de la FAD, Beatriz Martín Padura, ha insistido en la promoción de la educación y ha recordado que las desigualdades y discriminaciones son focos de la acción de la Fundación.

De hecho, FAD Juventud ha presentado en los últimos meses distintos estudios en los que ha abordado estas desigualdades, como el Barómetro Juventud y Género. Identidades y representaciones en una realidad social, que advierte de la persistencia entre la juventud de imágenes tradicionales sobre la masculinidad y la feminidad.

Según el informe, en la autopercepción de las chicas se destaca la capacidad de trabajo y estudio (48,6%), la inteligencia (41,8%) y la independencia (37,5%), mientras en la visión de los chicos respecto a ellas se subraya la sensibilidad y ternura (24,5%) y la preocupación por la imagen (17,3% frente a 10,4% --chicos--).

Respecto a los aspectos que definen a los hombres, hay menos diferencias entre lo que dicen ellas y ellos, pues ambos resaltan mayoritariamente la independencia (33% y 34,4%), y la capacidad de trabajo/estudio (27,2% y 27,9%), como características de los chicos.

Sin embargo, ellas perciben en mayor medida a los hombres como emprendedores (27,8%), dinámicos y activos (28,3% frente a 19,1%) y superficiales (25,8% frente a 20,6%).

En cuanto a la visión de los adultos sobre los jóvenes, los adjetivos negativos se utilizan para los chicos, a quienes se define como más "pasotas", "problemáticos" y "egoístas", si bien se les considera más "dependientes" que ellas (14,4% frente a 12,3%) y "divertidos" (12,8% frente a un 8,3%), según la investigación Entre la añoranza y la incomprensión. La adolescencia del siglo XXI desde las percepciones del mundo adulto.

En las características de las chicas, las personas adultas destacan que sean más "responsables", "trabajadoras", "tolerantes" o "respetuosas", pero también son calificadas como más "preocupadas por su imagen", "consumistas" o "frágiles y vulnerables".

Los estereotipos profesionales de género, con un 26% de las mujeres y un 30,8% de los hombres que considera que los sectores asistenciales y de cuidados son más adecuados para las mujeres, así como también el ámbito de la educación y la docencia (22,2% en el caso de ellas y 27,1% en el caso de ellos).

En cuanto a las atribuciones vinculadas con los hombres, destacan característicamente las profesiones relacionadas con la informática (35%) y con las ingenierías (un 28,9% de las mujeres y un 33,8% de los hombres consideran que es mejor para ellos), según datos del Barómetro Juventud y Género.

Por lo que respecta al sentimiento de presión social, el mismo informe indica que el éxito laboral y/o académico son los aspectos que generan más presión entre mujeres que entre hombres. Asimismo, son ellas quienes se sienten más presionadas por tener éxito en el trabajo o los estudios para no defraudar a otras personas, para ser físicamente atractivas y a la hora de ocultar la tristeza o la ansiedad.

Por su parte, los hombres se sienten más presionados a la hora de tener éxito para ligar y en las redes sociales. Además, en el caso de las mujeres aumenta la presión social para sentirse atractiva físicamente (46,3%) mientras que, entre los hombres, aumenta la presión para ocultar la tristeza (36,9%).

Ante todo esto, FAD Juventud apuesta por la coeducación en la teoría y en la práctica, si bien ha reconocido que aún tiene un "camino por recorrer" en su aplicación y definición.

Y es que, según datos investigación de las percepciones del mundo adulto sobre los adolescentes, el 39,6% de las personas adultas perciben que la educación de chicos y chicas no es "ni diferente ni igual", el 32'7% advierte que es muy o totalmente diferente y el 24,7% da cuenta de que es poco o nada diferente.

Igualmente, sobre las cualidades que se trata de inculcar mediante la educación de los chicos y chicas, indica que hay en común valores como la responsabilidad, buena educación y esfuerzo, entre otros. Más lejos como características que deben formar parte de la educación de ellos y ellas se encuentran la independencia, el sentido de la justicia, generosidad o la conciencia social.

Entre los valores que se inculcan de manera diferente, y también minoritaria, a ellas se les inculca algo más la paciencia y más marcadamente la sensibilidad o el sentido del ahorro, mientras a ellos se les inculca más la competitividad o el liderazgo.