2022, el año más cálido en Burgos

L.M.
-

La temperatura promedio alcanzó los 12,5 en la base de Villafría, 1,7 grados más que los 10,7 que tiene registrada la Aemet

El 18 de julio a las 16:20 horas la Aemet registró 39,3 grados en el aeropuerto de Villafría, la marca más elevada en la historia. Pulveriza los 38,8 grados de agosto de 2003. Los termómetros se volvieron locos. - Foto: Alberto Rodrigo

La hipótesis de que el 2022 iba a ser uno de los años más cálidos desde que hay registros ha dejado de ser una posibilidad para convertirse en una verdad irrefutable. El ejercicio que acaba de concluir pasa -de momento- a la historia como el que ha registrado la mayor temperatura media desde 1944. Por aquel entonces la Aemet empezó a anotar estos datos en la capital burgalesa.

En los últimos 78 cursos nunca antes se había llegado a los 12,5 grados de promedio en la estación meteorológica situada en el aeropuerto de Burgos-Villafría. Por poner en contexto, la media en las últimas décadas rondaba los 10,8, es decir, en 2022 han sido 1,7 más de una tacada.

Ya el 2021 fue un curso especialmente cálido, con 11,1 grados de media, pero lejos de los cosechados este pasado. No obstante, los últimos nueve tienen la etiqueta de «cálidos, muy cálidos o extremadamente cálidos» según la delegación regional de la Agencia Estatal de Meteorología.

Este fenómeno no solo ha afectado a la capital o provincia, ya que la propia Aemet ya ha adelantado, sin necesidad de esperar a los datos oficiales, que el 2022 ha sido histórico. El mercurio se ha elevado 1,6 grados más que en los últimos cursos en el conjunto del territorio nacional: de los 13,7 grados de un año normal se ha pasado a los 15,3. Batir la barrera de los 15 era ya una anomalía inédita. En Castilla y León 2022 también ha sido insólito: la temperatura media ha sido de 12,8 grados, 1,7 más sobre el valor promedio de los últimos 30 años (11,1). En 2021 la marca se elevó hasta los 11,5 grados.

«Los datos son preocupantes», reconoce Manuel Mora, delegado territorial de la Aemet en la Comunidad. «A falta de un estudio más profundo, a primera vista es difícil encajar el carácter extremo del año pasado y la tendencia de los últimos diez dentro de variabilidad natural del clima», reconoce. Es más, apunta al «entorno actual de cambio climático, con una tendencia clara a temperaturas más elevadas». No obstante, Mora fía una conclusión final mucho más precisa a la realización de un estudio detallado en base a las diferentes estaciones disponibles en la red de observación.

En un año histórico, el hecho más recordado se produjo el 18 de julio. A las 16:20 horas, tras dos jornadas quedándose a tan solo una décima, el mercurio se elevó en la capital burgalesa hasta los 39,3 grados. Nunca antes se había alcanzando esa cota, ni tan siquiera se había acercado. La máxima anterior databa de agosto de 2003, cuando los termómetros llegaron a los 38,8. El séptimo mes del 2022 y la agobiante ola de calor de la segunda quincena se tradujo en la ruptura de 123 récords de temperatura más lata por todo el país.

El promedio de las máximas se ha quedado en Burgos este 2022 en los 18,63 grados, mientras que la media de las últimas décadas era de 16,6. De mayo a agosto -ambos incluidos- se superaron los 30 grados, mientras que en septiembre se quedaron en 29. Los meses con más oscilación positiva con respecto al promedio que manejaba la Aemet fueron octubre (+4,2 grados por encima de la media), mayo y junio (+2,6), agosto (+2,5), julio (+2,4), diciembre (+2,3) y noviembre (+2,2). Además, en febrero (+1,3) y septiembre (+0,8) las temperaturas también se elevaron sensiblemente más de lo habitual. Únicamente enero (+0,3) estuvo en unos baremos normales, mientras que tanto marzo (-0,2) como abril (-0,4) fueron más fríos que de costumbre.

Octubre insólito. Los 4,2 grados más de media del décimo mes del 2022 fueron otro de los acontecimientos que nos deja el año. En Burgos fue el más cálido desde que hay registros, al igual que en toda Europa. Esta excepcionalidad, que se moderó muy ligeramente en noviembre, se volvió a dejar sentir en los último coletazos del ejercicio. 

La temperatura más baja entre el 22 de diciembre y el 31 fueron los 4,4 grados que se registraron a las 5:30 de la mañana del día de Nochevieja. Por contra, la media de esos días fue de 9,5, con oscilaciones que elevaron el mercurio hasta los 12,6 grados el lunes 26. Aunque ya forma parte de los registros del 2023, el día de Año Nuevo la mínima se registró a las 23:59 horas con 8,8 grados. Mejor temperatura hubo en la sobremesa, con hasta 15,6 grados. Marcas muy lejanas a fechas como las actuales.