«Los bares son fuentes de inspiración para hacer canciones»

ALMUDENA SANZ
-

ENTREVISTA | El estilo pendenciero y canallesco de 'La taberna del Buda', del que se cumplen 20 años, envuelve el nuevo disco de Café Quijano, 'Manhattan', que Café Quijano presenta en directo este domingo en el Fórum junto a sus grandes éxitos

«Los bares son una cantera inagotable de argumentos para hac

Han pasado de un local de mala muerte, donde se juntan cada noche los de siempre, a querer volver muy pronto a Nueva York, a aquella noche en el The Box, chupito de tequila y mucho amor. Los bares que tan gratos se antojaban a Gabinete Caligari para conversar tornan en el mejor lugar para reencontrarse con las musas para Café Quijano. Los tres hermanos de León regresan al pop-rock de La taberna del Buda en su nuevo disco, Manhattan, que ha salido a la venta este viernes. Diez canciones que junto a sus grandes éxitos sonarán en el concierto que, invitados por la Fundación Caja de Burgos, dan este domingo en el Fórum Evolución (19.30 horas, 25, 30 y 35 euros). Saltarán al escenario Raúl, Óscar y Manuel (a la derecha en la foto). Este último se zambulló en este trabajo este jueves, con su salida «a punto de caramelo».

¿Cómo vive un músico las horas previas a la publicación de un nuevo disco? 

Diría que con este disco estamos viviendo con más intensidad la espera. Sacamos dos singles, se retrasó todo por culpa de lo que está pasando y, al final, cuando llega el día estás muy inquieto, sobre todo por ver qué dicen las primeras personas que lo van escuchando, qué mensajes hay de la gente, porque el feedback llega rápido. A partir ahora empiezan a surgir muchas cosas. 

A partir de ahora empieza todo...

Todo, no, casi todo. A tocar ya hemos empezado, aunque no es lo mismo tocar una canción en directo por primera vez frente a alguien que nunca la ha escuchado a hacerlo frente a alguien que sí lo ha hecho y el domingo en Burgos los habrá. 

Cuentan que este Manhattan es una vuelta a La taberna de Buda, un trabajo que cumple veinte años. ¿Qué ha pasado, además del tiempo, en estas dos décadas? ¿Qué ha cambiado en Café Quijano?

No ha cambiado mucho, hemos evolucionado, hemos ido cumpliendo años y nos hemos ido adecuando. Café Quijano ha cambiado menos de lo que ha cambiado todo alrededor nuestro. Fuera hay nuevas formas de promocionar los discos, de escucharlos, se ha inventado un mundo paralelo que no existía cuando nosotros empezábamos, hace veinte años no había ninguna de estas plataformas de streaming ni redes sociales. 

¿Cómo se llevan con estas nuevas maneras? 

Bien, somos gente de nuestro tiempo, nos adaptamos a todo, ya sabes que el ser humano se ha adaptado a lo largo de los años a la vida. 

Con ese tema que da nombre al álbum regresan a los bares... 

Los bares son una cantera inagotable de argumentos para hacer canciones, son inspiración, porque es un lugar de encuentro, de sorpresas continuas, de situaciones, de gente. El bar propicia la convivencia entre las personas y muchas de estas historias surgen de estas relaciones interpersonales, más afortunadas, más desafortunadas, o de circunstancias muy pintorescas que suelen surgir en esos sitios. 

Y su relación con estos locales viene de lejos, ya desde el nombre...

Exactamente, desde nuestro nombre hasta nuestro bar, La Lola, al que seguimos vinculados, aunque esté nuestro padre ahí. 

Vuelven a bailar pop-rock tras una larga etapa abrazados al bolero. ¿Estaban empachados de tanta zalamería?

¡Que va! ¡Para nada! Nos encantaba y nos llevaba a un mundo espectacular cuando tocábamos en directo los boleros. Pero pensamos que era bueno dejarlo en el momento más álgido, no dejarlo, sino aparcarlo para volver a nuestros orígenes, en este caso el pop-rock. Siempre hemos contado que tenemos dos orígenes musicales, el de la música romántica, asociada al género del bolero, que es lo que hemos escuchado desde muy niños, lo que nos curtió como músicos, y, luego, el género con el que nos dimos a conocer internacionalmente, que es el pop-rock. Somos muy fieles a los dos. 

Lo que no abandonan es el amor...

No, no, eso es imposible, no lo vamos a abandonar nunca, ni nosotros ni nadie. El amor, de una u otra manera, es lo que guía nuestra existencia, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos; bien porque te encuentras henchido, totalmente satisfecho, correspondido, atado, lo que quieras, o bien porque vives una vida triste, desazonada, por la falta de una pareja. 

¿Qué se siente al saber que, enamorados o con el corazón roto, lo cierto es que sus canciones forman parte del imaginario colectivo, no hace falta ser fan para sabérselas? 

Estamos siendo más conscientes si cabe con el paso de los años y nos llena de orgullo. La gente nos dice cosas muy bonitas, también los chavales jóvenes, que nos cuentan que era el grupo favorito de sus padres y ahora somos el de ellos. Es una sensación difícil de describir. ¡Una sensación tan bonita! 

Una sensación que comparten los tres hermanos. ¿Cómo se llevan después de tanto tiempo juntos? Dicen que la confianza da asco... 

Lo llevamos bien porque no nos queda otra (ríe). Estamos encantados de la vida y hay que buscar la paz continuamente. Nos llevamos como hermanos, solo que trabajamos juntos.