La Universidad de Burgos trata de convertirse en referente nacional en aplicaciones innovadoras de tecnología de drones en ámbitos de la sociedad civil, como pueden ser la agricultura de precisión, la sostenibilidad, las energías renovables, el mundo audiovisual, la cultura o el patrimonio. Para ello, aglutinará a todos los científicos que actualmente utilizan las posibilidades de estas aeronaves no tripuladas en sus líneas de trabajo en una Unidad de Investigación Conjunta (JRU en sus siglas en inglés) que arrancará este mismo año después de recibir el visto bueno del Rectorado el pasado noviembre.
Bajo la coordinación del profesor José Manuel González, que a su vez está al frente del grupo Giteca (Grupo de Investigación en Tecnología, Edificación, Construcción y Arquitectura), el nuevo equipo pretende captar proyectos de I+D+i, así como la creación de un observatorio sobre soluciones innovadoras en drones que se convertiría en «único en España», tal y como recoge la memoria justificativa para el lanzamiento de dicha unidad. Esto permitiría atraer «la atención hacia la UBU de los principales actores en este ámbito y gestionar el capital para promover iniciativas», además de impulsar campañas que posibilites su participación en los futuros avances tecnológicos.
Junto a esta labor, la unidad prestará especial atención a la formación especializada partiendo del título propio de Experto Universitario en Piloto de Drones, puesto en marcha el curso pasado, para abordar otros aspectos como el peritaje o el mantenimiento de estas aeronaves. De hecho, este mes de febrero está prevista la impartición de un curso de peritos en Madrid que irá dirigido a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Correrá a cargo de la empresa Euroflytec, con quien la institución académica mantiene un acuerdo para ofertar dichas enseñanzas, y que, a su vez, ha firmado una reciente colaboración con la compañía francesa Parrot, fabricante europeo de drones.
Otro aspecto en el que se hará hincapié es en el de la empleabilidad al preverse una «necesidad sostenida de profesionales en organizaciones públicas y empresas». En este sentido, la UBU podrá convertirse en «pionera» en la certificación de contenidos específicos para distintos colectivos, «que pueden contribuir a la cualificación del personal técnico ya existente y a las nuevas incorporaciones».
Con esta unidad conjunta se busca dar respuesta a una carencia que existe en la actualidad, como es la falta de centros de I+D+i centrados en el desarrollo de aplicaciones de drones, ya que los existentes se ocupan más de lo relativo a sistemas de vuelo y control.