Miquel Roca: "No hay democracia sin voluntad de acuerdo"

N.M.J. (ICAL)
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El abogado defiende en Burgos la importancia de la Constitución Española de 1978, que se alcanzó con un acuerdo "altamente positivo"

Miquel Roca y Juan José Laborda, en la UBU. - Foto: Jesús J. Matí­as

El abogado Miquel Roca defendió hoy en Burgos que la "esencia" de la Constitución Española de 1978 es el "pacto" y recordó que no hay democracia "sin voluntad de acuerdo". Así lo afirmó uno de los padres de la Constitución Española, durante la celebración del seminario 'Autogobierno y Constitución: la aportación catalana al acuerdo de futuro' que tuvo lugar en la Universidad de Burgos (UBU) dentro de la Cátedra Monarquía Parlamentaria que dirige el expresidente del Senado y doctor 'honoris causa' Juan José Laborda. 

Roca inició su discurso recordando que la Constitución actual, en cuya creación participó él mismo hace más de 40 años, es una "gran Constitución" y a su amparo, todos los jóvenes "disfrutan de la paz y la libertad más larga que ha vivido España en toda su época moderna y contemporánea". Así explicó que en el momento en que se elaboró, se daba respuesta a una "larga temporada histórica de persecución e intolerancia" . "Cuando empiecen a valorar todo lo que representa, pónganla en relación a lo que se estaba viviendo", añadió dirigiéndose a los alumnos que hoy asistían al seminario. 

El ponente precisó así que, por medio de la Constitución Española, se pretendía que los españoles "pactasen". "No es fácil pactar", apostilló, a la vez que explicó que pactar supone "transigir, renunciar" y decir "voy a construir algo en lo que todos nos sintamos cómodos". Por ello afirma que la "esencia" de este documento de gran importancia en España es la "voluntad de acuerdo". "La esencia del pacto es lo que domina el valor de una Constitución", afirmó.

Asimismo explica que otro de los aspectos que se buscaba con su elaboración era que perdurase en el tiempo. "Esto se hizo para que dure. No es hoy pactamos y mañana ya nos pelearemos. Hicimos un pacto para que durase, que nos permitiera seguir viviendo con unas normas que pretendíamos que fueran asumidas por la sociedad como algo más que una letra escrita, que conformase una manera de vivir y de producirse en libertad", subrayó. Su permanencia en el tiempo buscaba también "dejar de tener Europa como un punto de referencia para nosotros", y lograr así que España se convirtiese también en protagonista de Europa. 

"En aquel momento España nos reclamaba que abriéramos la posibilidad a una descentralización fuerte y potente del Estado para que aflorasen viejas o nuevas realidades", señaló Miquel Roca. Una apuesta que afirmó que fue "difícil" dado que detrás había muchas pasiones y sentimientos, en ocasiones enfrentados. Finalmente se alcanzó un acuerdo que fue "altamente positivo" y que considera que lo sigue siendo "siempre y cuando respetemos lo que esencialmente era la base de este proyecto constitucional, que era hacer de la diversidad el elemento cohesionador de la unidad". Así quiso hablar con "entusiasmo" de la Constitución de 1978 , porque lo que se hizo fue "importante" para el país. "Os ruego a los jóvenes que tengáis presente que no es malo reconocer que lo hicimos bien porque esto nos legitima para ir a más", agregó.

¿Está fallando la Constitución o la estamos incumpliendo? "¿Está fallando la constitución o la estamos incumpliendo?", cuestionó Roca, lanzando así una reflexión a todos los asistentes. "La constitución no está en el origen de ninguno de los problemas que hoy tiene planteado España, no es la causa, en todo caso, es el cumplimento de la constitución, lo que genera los problemas que tenemos", apostilló, en relación a este tema.

En este sentido valoró muy positivamente que existan seminarios como este, donde se puede reflexionar sobre la Monarquía Parlamentaria o aspectos de nuestra sociedad actual. "Hagamos una reflexión no tanto de lo que tenemos que cambiar, sino cómo hemos de recuperar aquello que debe estar en la esencia constitucional", dijo. De esta forma, cuestionó que el respeto que se tiene actualmente al adversario. "Tengo mis dudas de que se esté haciendo, entre otras razones porque es más fácil simplificar al extremo", y apuntó que el insulto es el "refugio" de la no argumentación.

Como conclusión pidió que no se niegue la "satisfacción" de haber hecho la Constitución de 1978, algo que era "muy difícil" que saliese bien teniendo en cuenta la historia pasada del país. "La juventud tiene derecho a hacer lo que aspira, pero no nos neguemos la satisfacción de haber sido los encargados de una etapa de transformación espectacular", señaló. "¿Ha llegado el momento del cambio? Puede ser, pero no nos neguemos el valor activo que colectivamente construimos", añadió. 

Voluntad de construir. A preguntas de algunos alumnos sobre cuál es la solución frente a partidos políticos que engañan a sus votantes y están en contra de la Constitución, Roca explicó que no dispone de la receta frente a esto, aunque explicó que, si el pueblo ejerce la soberanía a través de su voto, la fórmula estará "en que no se dejen engañar más de una sola vez". 

"Políticamente tendríamos que hacer un esfuerzo para exigirnos a nosotros mismos y aquellos que pretenden representarnos que sean capaces de poner unas ideas fuertes. No se trata simplemente de criticar al adversario", defendió. En esta línea señaló que son necesarias estas ideas fuertes porque serán difíciles de "ser engañadas". "La contradicción entre discursos tiene que ser entre ideas fuerza", dijo, a la vez que lamentó que los debates no sean más ideológicos e intelectuales, porque entonces "se facilita el acuerdo". 

De esta manera recordó a los asistentes que es necesario "volver a la voluntad de construir", en referencia a las propuestas que presentan los partidos políticos. Explica así que se puede discrepar en varios puntos, pero existen unas bases en las que tienen que estar de acuerdo. "No pasa nada si se ponen de acuerdo alguna vez, no es pecado", y añadió que si no entienden que hay que ponerse de acuerdo, es que "no entienden o que está pasando en la humanidad". 

Por último a preguntas sobre su opinión acerca de aquellos que opinan que debe cambiarse la Constitución, el abogado señaló que si no les gusta "luchen para cambiarla", porque tienen derecho a ello. "Me llena de satisfacción que los jóvenes puedan aspirar a cambiarlo", concluyó.