Con la cabeza en otro lugar

Raúl Canales
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El Mirandés peca de exceso de confianza ante el Vitoria, un tropiezo que le hace perder la segunda plaza a falta de una jornada para acabar la Liga

Con la cabeza en otro lugar - Foto: ENRIQUE.TRUCHUELO

La relajación en el fútbol se suele pagar y el Mirandés lo comprobó ante el Vitoria. El equipo rojillo tiene ya la mente puesta en el play off, tanto que se olvidó de que en Segunda B hasta un equipo ya matemáticamente descendido te puede pintar la cara cuando  pecas de exceso de confianza.

La derrota, la primera de toda la temporada en Anduva, llega en el peor momento posible porque deja en manos del Logroñés la segunda plaza, a la espera de lo que suceda en la última jornada, pero sobre todo por el poso amargo que deja en la afición justo antes de la fase de ascenso. Y es que el tropiezo ante los vitorianos duele más por las formas que por el resultado.

Borja Jiménez aseguraba hace una semana que la principal preocupación era preparar a la plantilla para la hora de la verdad y que nadie les iba a juzgar por ganar al Vitoria y al Arenas sino por lograr o no el objetivo del ascenso. No le faltaba razón al míster pero ayer el equipo careció de tensión competitiva. La derrota no debe encender alarmas aunque supone un toque de atención para no dormirse.

Pero si la actitud no fue la adecuada, en lo futbolístico la cita también dejó muchas más sombras que luces. En el primer tiempo el equipo se limitó a cumplir el expediente y hacer lo justo para ganar, pero la segunda mitad fue para olvidar. Faltaron ganas,  fluidez en la circulación, pegada en el remate, y por si fuera poco, el Mirandés regaló dos goles en jugadas infantiles. Para completar el cuadro Álvaro Rey falló un penalti que hubiera significado el empate en la recta final. Todo lo que podía salir mal, ayer salió mal.

No era la tarde de los rojillos, que como lectura positiva, tienen que quedarse con que es mejor que estos errores salgan a la luz ahora que hay tiempo de corregirlos y no dentro de un par de semanas.

Borja Jiménez quiso dar descanso a algunos futbolistas por lo que tiró de rotaciones, con el ingreso en el once de Irazabal o Melli, cambios que se sumaron a los obligados por las lesiones de Bravo y Guridi.

Pisando el acelerador a medio gas, los locales se adelantaron en el marcador gracias a un gol de Álvaro Rey que definió con un potente disparo cruzado un mano a mano. En el ambiente imperaba la sensación de que si el  Mirandés hubiera necesitado golear, lo hubiese hecho ya que el Vitoria mostró las debilidades que le han llevado a perder la categoría.

Pero los locales optaron por la ley del mínimo esfuerzo. Conscientes de su superioridad se dejaron llevar y  esa dejadez les acabó pasando factura. Nada más regresar de los vestuarios Obieta aprovechó un fallo defensivo y una alocada salida de Limones para firmar el empate.

A diferencia de otras tardes, el mazazo no sirvió para despertar a un Mirandés aletargado. Tampoco el murmullo de Anduva ante el juego excesivamente horizontal de los suyos.

Ante este panorama el Vitoria, sin ninguna presión clasificatoria, aceptó la invitación para disfrutar y desquitarse de una temporada con más penas que alegrías.

En un córner a favor, el Mirandés encajó el segundo tanto. Los rojillos quisieron  hacer la jugada de estrategia en la que Cerrajería golpea de volea desde la frontal, pero los visitantes adivinaron sus intenciones y montaron una contra que desnudó la fragilidad defensiva local ya que  se plantaron cuatro atacantes ante Paris, que no pudo hacer nada para evitar que Jaime batiera a Limones.

En la recta final el Mirandés reaccionó. A pesar de las prisas aún tuvo ocasiones suficientes para remontar, y posiblemente si hubiera marcado el penalti con diez minutos por delante, el resultado hubiera sido otro. Ahora ya no depende de sí mismo para ser segundo.

 

FICHA TÉCNICA

CD MIRANDÉS: Limones; Paris, Melli, Sergio González, Jon Irazábal (Kijera 68’); Antonio Romero, Cerrajería; Álvaro Rey, Hugo Rama, Yanis (Rodrigo Sanz 58’); y Claudio Medina (Matheus 58’)

CD VITORIA: Jon Mikel; Kike Pina (Roger 46’), José Hernández, Álex Malón, Cipetic; Jaime Dios, Txaber (Ángel 36’), Atienza, Luis Lara; Xesc Regis y Obieta (Ríos 75’)

ÁRBITRO:  Ruiz Álvarez (comité asturiano). Amonestó en el bando local a Melli y Alvaro Rey; y por parte visitante a Kike Pina y Jaime Dios.

GOLES: 1-0 (32’)  Álvaro Rey 1-1 (50’) Obieta  1-2 (65’) Jaime

INCIDENCIAS: 1.984 espectadores en las gradas de Anduva.