Le ha salido un disco «inusualmente optimista», reconoce, pero está encantado porque cree que «hay que alimentar la esperanza, esa palabra que incluye la espera, la resistencia que merece la pena. Qué sería de la vida sin la cultura, sin esas alegrías, sin ese  relleno para el espíritu». Lo dice Depedro (nombre artístico de Jairo Zavala) después de que Máquina de piedad saliera en octubre y haya tenido que retomar ahora los conciertos tras un largo parón obligado por la sexta ola.

«Hay que aprovechar las oportunidades. El carpe diem tiene más relevancia que nunca y no hay que hablar tanto de los futuribles», sostiene mientras celebra que su actuación de este viernes en la sala Andén 56 forme parte del ciclo Tribu Cara B: «Hay que reconocer el esfuerzo, la energía y el coraje que tienen los promotores para sacar propuestas culturales. Hay que agradecerles que siga habiendo esos espacios para disfrutar, para alimentar el alma». 

El papel y el peso de la cultura, sin pretenderlo, sale una y otra vez a colación, sin duda por tratarse de un sector que ha sufrido lo suyo con la pandemia y lo sigue haciendo: «Nuestro país debe dar más valor al ámbito cultural porque es lo que nos define como pueblo. Cuando viajas te das cuenta que la marca España no es ningún político, es Paco de Lucía, Almodóvar, Cervantes o Goya. Eso es lo que nos define fuera. Nuestro país es especialmente rico y poderoso en este tema y deberíamos defenderlo», añade quien ha viajado y tocado en los cinco continentes y ha colaborado con músicos de todo el mundo y en diferentes idiomas.

En Máquina de piedad incorpora nuevos temas a su trayectoria casi cinco años después de su último trabajo. Y aunque los temas están compuestos antes de la pandemia y por lo tanto no están influidos por ella -salvo el que da título al disco-, Depedro es consciente de que hay que «disfrutar en plenitud del tiempo limitado del que disponemos», como canta en Cómo te vas a ir. En los temas de este trabajo le canta sobre todo al presente, «al durante», y a las experiencias que ha vivido él o su entorno.

Entre ellas están las protestas de los chilenos en noviembre de 2019 por la sanidad y la educación que vivió desde allí: «Estuvimos envueltos en cambios inmensos. Uno es sensible a lo que pasa y por es escribí la canción Plegaria de los sufridos», señala. «Lo hago sin enarbolar banderas ni dar discursos, planteando escenas que nos han pasado, que como nos emocionaron y nos conmovieron, creemos que pueden conmover al resto».

También le preocupan los discursos excluyentes y los discursos extremistas, de ahí que lo mencione en Causa común, un idioma que algunos no entienden: «Siempre intento que si algo se cuela sea desde la sugerencia y la reflexión».

Con aires de folk, de cumbia, y hasta de country, Depedro añade colores que no estaban en su repertorio, se perdona a sí mismo para recuperar la confianza, llena su música de certezas «con paso firme y a fuego lento» y defiende con sus canciones y colaboraciones el mundo de la música como ese lugar que nos define como pueblo. Depedro, que ha colaborado en el último disco de Fetén Fetén, anuncia además la visita de Diego Galaz sobre el escenario (apertura de puertas a las 20.30 horas, 25 euros).