Un individuo que se había gastado más dinero del que debía en apuestas en un local de juego, pagó su mala fortuna de la peor manera posible: dañando lo que no es suyo. Al salir del local, este hombre de 52 años comenzó a rayar vehículos estacionados en la calle Vitoria. Uno detrás de otro. Hasta que el dueño de uno de los turismos afectados le pilló. Básicamente porque en su enfado ni siquiera se percató de que había personas en el interior. Así pues, salió detrás de él, llamó a la Policía Local y le retuvo hasta que una patrulla se acercó para detenerle. Al final, la broma le podría salir aún más cara. 

Los hechos ocurrieron, según informan fuentes del cuerpo municipal a este periódico, a última tarde del pasado domingo. Agentes de la Policía Local de Burgos recibieron un aviso a través de teléfono de emergencias 112 de Castilla y León en el que se informaba de que un ciudadano tenía retenido a un varón que a su vez había rayado varios vehículos y que se encontraban a la altura del número 254 de la mencionada calle, justo en frente de la casa de apuestas.

A su llegada, los efectivos policiales se encontraron a dos varones, uno de ellos el alertante. Éste manifestó que momentos antes se encontraba en el interior de su vehículo cuando vio que el hombre con el que estaba forcejeando había salido del establecimiento y  había comenzado a rayar coches, entre los cuales se encontraba el suyo. Acto seguido, salió detrás de él mientras daba aviso a los servicios de emergencia.

En el lapso de tiempo entre la alerta y la llegada de los policías, el afectado logró dar caza al infractor, al que retuvo para evitar que pudiese darse a la fuga e irse de rositas tras lo ocurrido (...).

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