Las carreteras del norte de la provincia invitan a muchos motoristas a realizar rutas por sus trazados llenos de curvas y desniveles, un circuito al que acuden a lo largo de todo el año pilotos de muchos lugares de España. Sin embargo, la condición de estas vías también convierte a este territorio en un lugar peligroso en el que, sin cierta pericia, el riesgo de sufrir un accidente es alto. El Ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, y el director general de Tráfico, Pere Navarro, presentaron ayer el listado de los 100 tramos más peligrosos del país, en el que se incluyen los dos kilómetros de la BU-571, conocida como el portillo de La Sía, en Las Merindades. Allí se ubicará en las próximas semanas una señal que alertará de su sinuosidad. 

No extraña que el tramo incluido en el listado por la DGT sea esta vía que separa Burgos de Cantabria. Al fin y al cabo, la mitad de los fallecimientos de motoristas desde el año 2007 se produjeron en la comarca de Las Merindades. No obstante, llama la atención que solo el portillo de La Sía termine señalizado porque, aunque sí se han producido numerosos accidentes, ninguno de ellos en la última década ha sido mortal, algo que sí ha ocurrido en otras vías, como la BU-550, cerca de San Pantaleón de Losa. Desde Tráfico aclaran que para la clasificación no solo se ha tenido en cuenta la accidentalidad, sino también la complicación del trazado. 

La mayoría de las víctimas que mueren en el norte de la provincia no son burgaleses, sino que suelen ser vecinos del País Vasco o Cantabria, aficionados a rodar por los parajes de esta zona. Son rutas muy entretenidas, pero hay lugares peligrosos (...).

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