La DGT fija un máximo de 5 muertos en accidente para 2030

I.E.
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El jefe provincial de Tráfico cree que resulta «viable» con los avances en conducción autónoma y también con las campañas de prevención

Un hombre falleció en la N-623 en febrero de 2021. - Foto: Alberto Rodrigo

La Dirección General de Tráfico (DGT) se ha fijado unos objetivos muy ambiciosos en su Estrategia de Seguridad Vial para esta década, en la que se impone reducir la cifra de fallecidos en accidente a la mitad en 2030. Eso quiere decir, reconoce el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, que en Burgos el número de fallecidos en ese año no podrá superar los cinco, pues el ejercicio que se toma como referencia para calcular la disminución es 2019, cuando en la provincia hubo que lamentar 9 muertos, récord positivo de toda la serie histórica.  En 2020, el año de la pandemia -con menos desplazamientos en automóvil a causa de las limitaciones de movimiento-, se produjeron 16, siete más. 

A pesar de que bajar de nueve no parece tarea sencilla a priori, Galán es optimista y considera que «sí se puede llegar» a esa marca de cinco fallecidos en 2030, porque, además, «la tendencia de los últimos años va hacia el entorno de esa cifra». En todo caso el jefe provincial de Tráfico estima que «los avances tecnológicos de los próximos años van a contribuir a rebajar las cifras de víctimas, en concreto todo lo que tienen que ver con la conducción autónoma». «El factor humano va a dejar de ser determinante a no mucho tardar», asegura, para advertir de que «ya una buena parte de la seguridad en los vehículos depende de la tecnología». Asimismo, considera que las «campañas de prevención» y «la presencia de la Guardia Civil en las carreteras va a seguir dando resultados positivos».

La Estrategia de Seguridad Vial 2021-2030 planea seguir trabajando para combatir los excesos de velocidad;los accidentes provocados por distracciones, especialmente por dispositivos electrónicos, y la conducción bajo los efectos del alcohol y otras drogas, especialmente en el caso de infractores reincidentes, tres objetivos que tiene «muy presentes la Jefatura Provincial», que cada año promueve campañas contra esas conductas al volante.

El cambio demográfico, que se concreta, especialmente, en un envejecimiento de la población también es una de las preocupaciones para este decenio. Esto plantea el desafío de atender de forma segura a las necesidades de movilidad de la creciente población de edad avanzada. Este objetivo ya estaba presente en muchas de las estrategias del decenio actual, pero su magnitud crece con el tiempo.

La integración de forma segura en el tráfico de nuevas formas de movilidad: micro movilidad urbana (patinetes, bicicletas eléctricas, etc.) y movilidad activa (peatones y ciclistas), tiene especial importancia para reducir la siniestralidad en las ciudades, que conviven con nuevos riesgos.

La DGT tiene claro que hay que trabajar por la integración de avances tecnológicos que redunden en beneficio de la seguridad vial, tanto en las infraestructuras y sistemas de vigilancia y gestión de tráfico (conectividad), como en los vehículos (ADAS, conectividad, ITS, conducción automática, propulsión eléctrica, etc.). En este apartado, la principal preocupación es integrar adecuadamente la tecnología garantizando que no se creen nuevos riesgos para la seguridad, «pero son avances que se acabarán imponiendo», pronostica Galán.