A pesar de que en los últimos años se está experimentado un crecimiento exponencial de centros de odontología, Isabel Pérez, dentista burgalesa que acaba de recibir el Premio Nacional de Salud Bucodental Siglo XXI a la mejor profesional de Castilla y León, piensa que se trata aún de una especialidad no demasiado reconocida: «Creo que no tenemos visibilidad a pesar de que la odontología española tiene un nivel altísimo y de que nuestros profesionales son demandados por otros países que nos quieren, nos reclaman y nos dan unas condiciones buenísimas. Algo estamos haciendo mal desde el gremio, quizás no lo defendemos bien», explica.

El pasado 4 de noviembre en una gala celebrada en Madrid por El Suplemento, la empresa de eventos y comunicación creadora de estos galardones, Pérez recibió el reconocimiento en una profesión que, a su juicio, está poco regulada puesto que en España «cualquiera puede abrir una clínica dental»: «Hay muchísimas en Burgos, es verdad, pero también es verdad que haciendo las cosas bien y yendo de la mano con el paciente es una especialidad en la que sigue habiendo trabajo. Este incremento puede tener que ver con varias razones, que se puede hacer Odontología en universidades privadas, por lo que eso facilita el acceso ya que no se depende de una nota de corte y salimos más especialistas; también influye que hay gente que abre clínicas como negocio no siendo su vocación y al final nos juntamos el odontólogo con nombre y las franquicias».

Aunque, a su juicio, «hay un poco de todo», afirma que en Burgos se hace una odontología «de calidad». «Yo veo a pacientes que vienen de otras clínicas con trabajos bien realizados de compañeros aunque habrá otros que no lo hagan tan bien», afirma esta dentista que siempre quiso ser médico pero que se quedó a las puertas de acceder a ese grado, por lo que, tras un momento de duda, su madre le sugirió hacer Odontología, una ciencia que ahora le apasiona. Cuenta también con las especialidades de cirugía de implantes, ortodoncia y prótesis y estética: «Quien se dedica a la salud tiene que formarse siempre porque corre el riesgo de quedarse atrás y no dar el servicio que el paciente requiere», reflexiona esta experta.  

Su experiencia se inició colaborando con otros profesionales en Sevilla, donde vivía cuando terminó sus estudios. Luego abrió su propio negocio que en 2012 trasladó a Burgos y ahora cuenta con un centro aquí y otro en Aguilar de Campoo (Palencia). En todo este tiempo ha sido testigo de un «cambio de cultura» con respecto al cuidado de la boca. Afirma que la gente joven es mucho más consciente de que la salud bucodental es fundamental pero que a la población general todavía le queda tener más conocimiento. «Se ignora aún bastante lo que mantener una boca sana significa para el resto del organismo porque cada vez hay más evidencia científica de la relación entre el estado de la boca y patologías cardiológicas o neurológicas, por eso hacemos divulgación, mucha de ella a través de las asociaciones de pacientes».

Por otro lado, afirma que el estado de la boca da muchos datos sobre el paciente: «Debemos prestar atención a lo que vemos porque somos responsables de derivar a otras consultas cuando, a lo mejor, por la situación de su boca puede estar sufriendo algo grave». Las patologías más frecuentes son las caries y la enfermedad periodontal, desde la gingivitis hasta la pérdida de piezas. «Cuando no hay una higiene adecuada o genéticamente tenemos más propensión se produce una inflamación que, a la larga, da problemas con el soporte de los dientes de manera prematura. Uno de los síntomas más claros es el sangrado aunque en los fumadores puede que no se produzca porque la nicotina es vasoconstrictora y el paciente no se da cuenta».

¿Es la economía la gran frontera del cuidado de la boca? La dentista cree que por eso es mejor «adelantarse y prevenir problemas». «La odontología tiene un coste pero hay que discernir lo que es estética y salud y para esa parte de la población que no tiene capacidad de acceso existen algunos tratamientos en la sanidad pública y a través del Colegio de Odontólogos está la clínica solidaria que funciona muy bien en San Juan de Dios y con la que colaboramos los colegiados».