Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Llegan malos tiempos

08/03/2022

Llegan malos tiempos. La pesadilla real la sufren los ucranianos, víctimas de un tirano que no acepta que nadie ponga puertas a sus ambiciones, no respeta nada ni a nadie, y es capaz de las mayores atrocidades, entre ellas matar a mujeres, niños y ancianos, con tal de cumplir sus ansias expansionistas. Queremos creer que los bombardeos de Putin nunca llegarán a España, y que tampoco provocará un holocausto nuclear, pero es inevitable que suframos consecuencias graves de una guerra no declarada, unos compromisos que no se cumplen, y el nulo valor de la palabra dada.

La crisis económica va a ser brutal, y no tenemos el mejor gobierno para hacerle frente. Hay exceso de demagogia y déficit de realismo; exceso de inconsistencia en los mensajes sobre ricos y pobres, y déficit de comprensión hacia el sector social más castigado, la clase media. Millones de familias que ven desaparecer de forma gradual el modelo vital que tanto le costó conseguir y mantener, y acaban en una precariedad absoluta, atosigados por impuestos crecientes y salarios decrecientes, y costes abusivos de todo aquello que formaba parte de su cotidianeidad.

La guerra de Putin va a apretar aún más las ya menguadas cuentas corrientes. Los costes energéticos se han multiplicado por cinco el último año, el gas podría valer en breve quince veces más que hace un año, y llenar el coche de combustible tres veces más. Y encima habrá que cruzar los dedos para que lleguen. Argelia ha prometido mantener el flujo de gas que envía a España, Portugal e Irlanda, pero será difícil que se mantenga el precio, sobre todo porque varios países europeos ya tantean al gobierno argelino para que les suministre el gas que ya no llegará de Rusia. Sin él, puede producirse una tragedia humanitaria.

Mejor no mencionar el coste de esta guerra en cifras. Algunas fuentes consideran que a España le puede suponer unos 20 mil millones de euros, que evidentemente el gobierno tratará de sacar de alguna partida y no es difícil adivinar de dónde: más impuestos, inseguridad de que se puedan mantener las pensiones, menos ayudas sociales, menos trabajo… El futuro se presenta negro, y sería una frivolidad tratar de disimular el alcance de lo que puede ocurrir si no se consigue parar los pies a Putin.

China se ofrece para negociar con el presidente ruso. Buena noticia. Putin exige la anexión de Crimea y la independencia de dos provincias del Donbás para poner punto final a la invasión de Ucrania. Condiciones inaceptables, porque no se parará en barras si lo consigue, querrá más. La Unión Europea por primera vez en años está teniendo un papel activo y se muestra firmemente unida. Es otra buena noticia. Pero no vale engañarse: vivimos el momento más crítico de los últimos setenta años, y solo se puede superar si Putin queda neutralizado. Neutralizado de verdad, definitivamente. Si no se logra, viviremos momentos endemoniadamente duros.