Cuando CaixaBank anunció la intención de ejecutar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en marzo del año pasado, la entidad financiera proyectó 34 salidas desde oficinas de la provincia. Durante las negociaciones con los sindicatos, que se prolongaron varias semanas, la cifra fue bailando: primero bajaron a 19 para posteriormente, y a ultimísima hora, cerrar el acuerdo en 23. Sin embargo, finalmente son 51 los trabajadores que saldrán de la entidad, la mayoría de ellos prejubilados.
Entre medias, durante el proceso de adhesión voluntaria que abrió CaixaBank, las solicitudes se dispararon hasta las 73. Sin embargo, por unas razones o por otras, finalmente se denegaron 50, dejando de nuevo el total en 23. Posteriormente la entidad subió hasta las 38, fruto de la inclusión de 15 trabajadores de un departamento de soporte con sede en la Casa del Cordón. Estos empleados se incluyeron dentro del cupo de negocio del ERE y CaixaBank aceptó todas sus peticiones sin importar su edad. Cuando todo parecía hecho con las 38 salidas, una última oferta de plazas ha logrado atraer a otros 13 burgaleses, por lo que finalmente serán 51, más del doble de los 23 inicialmente previstos.
Con esta última remesa, la entidad financiera, que absorbió a la Caja de Burgos, rebaja la edad máxima de su plantilla hasta los 56 años, ya que las 13 salidas finales han englobado a empleados nacidos en 1965. Está previsto, según apuntan fuentes del sindicato CCOO, que el ERE concluya a lo largo del primer semestre de este curso, aunque buena parte de los trabajadores ya han abandonado su puesto.
A nivel general, CaixaBank ha logrado en siete meses cerrar un acuerdo para la salida de 6.452 personas voluntarias y sin necesidad de recurrir a la movilidad geográfica según la entidad financiera. Desde los sindicatos apuntan a las buenas condiciones acordadas con la banca como uno de los motivos para esa sobreabundancia de solicitudes.
Movilizaciones. Fruto de esa sucesión de salidas, los sindicatos mayoritarios en CaixaBank, CCOO, SECB y UGT, han convocado concentraciones por parte de los empleados el próximo martes 22 de febrero a partir de las 17:30 horas. «La situación que vivimos en la red de oficinas es insoportable tras el ERE. Hay que sumar la presión desmedida por la consecución de retos comerciales inalcanzablesque han hecho que las bajas por ansiedad se multipliquen», denunciaron en un comunicado.
Paralelamente, la entidad financiera continúa con el proceso de concentración de sucursales. Fruto de la absorción de Bankia, CaixaBank decidió clausurar siete puntos de atención en la capital y tres en provincia, todas estas últimas de Bankia. Quedan pendientes por clausurar, según CCOO, la de la calle Santa Clara, 34 y la oficina de Bankia de la calle Miranda, 12.