Visitas guiadas: cultura con otros ojos

ALMUDENA SANZ
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Las visitas guiadas en museos y salas cuentan cada vez con más tirón. El CAB, el Museo de la Evolución Humana y Cultural Cordón brindan con distintos formatos estos recorridos comentados que agradece el público, autóctono y foráneo

El Museo de la Evolución Humana apuesta por el formato de microexplicaciones. Todos los días brinda un comentario de cada una de sus cuatro plantas de una duración aproximada de 15-20 minutos. - Foto: Jesús J. Matías

Jesús Ochoa sube con presurosa alegría las escaleras de la planta cero a la primera del Museo de la Evolución Humana (MEH). Ha seguido en primera fila el relato que Miriam García, del departamento de Didáctica, ha hecho de la galería de los homínidos. «Espectacular. Las microexplicaciones te dan muchísimo trabajo hecho, porque te evitan leer todo. Son interesantísimas, pero como son tan rápidas luego tienes que volver a repasar para verlo mejor», señala realmente entusiasmado y con el asentimiento de su mujer, Tina Julián. Viven en Zaragoza, pero pasan el verano en Ezcaray (La Rioja) y han aprovechado para perderse. Se confiesan fieles de las visitas guiadas, vayan donde vayan. «Siempre son mejores», convienen y esta vez los han acercado con otra mirada a Atapuerca, un fenómeno que los maravilla y que conocieron hace más de 30 años. Les faltaba el MEH. «Hay que verlo sí o sí. Este museo es acojonante», subrayan ambos antes de unirse al nutrido corro que ya rodea a Miriam. 

El centro del paseo de Atapuerca se decanta por las microexplicaciones. Un boceto de 15-20 minutos (en ocasiones se alargan a 30) en el que se pone en contexto lo que se puede ver en cada una de las cuatro plantas. A la hora establecida, megafonía informa de su inicio y cada cual decide si se une a una, dos, tres o las cuatro. Sin obligaciones ni tope de asistencia. 

«El museo está perfectamente preparado para que el visitante tenga una experiencia por sí mismo, con libertad para investigar y verlo todo con el ritmo que quiera, pero sí vimos que algunas personas necesitan unas pequeñas notas», resume el coordinador del Equipo de Didáctica del MEH, Andrés Abajo, que observa que esta actividad se realiza durante todo el año. 

Desde su apertura, el Centro de Arte Caja de Burgos (CAB) se empeñó en acercar la creación contemporánea al público.Desde su apertura, el Centro de Arte Caja de Burgos (CAB) se empeñó en acercar la creación contemporánea al público. - Foto: Jesús J. Matías

El éxito siempre los acompaña. El número y el perfil fluctúan en función de la época. Se pueden juntar 90 o 10. Dominan las familias, sobre todo en verano, y visitantes con una inquietud manifiesta en la evolución. Pero siempre hay ojos y orejas bien abiertos. 

Esa demanda del público del MEH también se palpa en Cultural Cordón y en el Centro de Arte Caja de Burgos (CAB), otros espacios con visitas guiadas fijas a sus propuestas expositivas. Tras el parón de la pandemia, la asistencia se ha recuperado, manteniendo a los fieles, que son muchos, y sumando nuevos, sobre todo en los meses estivales, con turistas que descubren la oferta una vez en el lugar. 

«La gente agradece que sea una visita dinámica, para una tarde de entre semana y puedan ir luego a tomar algo y comentar», ilustra Tania Araguzo tras uno de los recorridos que traza por las colecciones temporales del Palacio de los Condestables. Hasta el 28 de agosto, por las pinturas de Marceliano Santa María. 

El inicio de las visitas guiadas en el MEH se anuncia por megafonía. El inicio de las visitas guiadas en el MEH se anuncia por megafonía. - Foto: Jesús J. Matí­as

Que sea burgalés, matiza, tira. La pincelada local vende. Hace cuatro años que Araguzo está al frente de esta actividad. Una labor que, aunque lo niega espantada y divertida, para ella ya no tiene secretos. Lo confirman los aplausos. ¿Cuáles son las claves del éxito? «Debemos contar las cosas con mucho nivel, pero es cierto que hay chascarrillos que funcionan muy bien. A todo el mundo le gusta saber la anécdota, pero esta nunca puede eclipsar lo importante de la exposición. Y es fundamental saber cuándo parar. La atención está muy estudiada y más de 45 minutos no me quiero oír ni yo», responde. 

Maneja buena fórmula. María Ángeles Martínez y Carolina González, granadina la primera y burgalesa afincada en la ciudad nazarí desde hace 20 años la segunda, engrosaban el pelotón de asistentes el pasado martes, identificados con una pegatina de la Fundación Caja de Burgos con el lema Por amor al arte. Se ajustan a ese perfil de visitante que se topa con estos encuentros por casualidad. Andaban de ruta por el centro, vieron el cartelón y se colaron a ver la muestra. 

«Desconocía al artista y me ha parecido muy interesante», anotaba María Ángeles, que siempre que puede apuesta por la visita guiada. «Me ayuda a entender mucho mejor la obra y al artista». Opinión compartida por Carolina, que sí sabía del llamado pintor de Castilla, pero la imagen de él se limitaba a sus grandes obras. «Estas son más intimistas y diferentes. Me ha sorprendido», apostillaba la burgalesa.

Cultural Cordón ofrece una mirada nueva de sus exposiciones a través de visitas guiadas, que se hacen los martes, miércoles y jueves a las 19 horas y el primer domingo de cada mes a las 12.30 horas.Cultural Cordón ofrece una mirada nueva de sus exposiciones a través de visitas guiadas, que se hacen los martes, miércoles y jueves a las 19 horas y el primer domingo de cada mes a las 12.30 horas. - Foto: Jesús J. Matías

Asombrar, descubrir, investigar, reflexionar... Todo esto y más consiguen los Paseos mediados del CAB. Este es el nombre que reciben sus visitas guiadas. «No somos guías, pero sí conocemos el oficio y a los artistas y nos interesa comunicar la parte más interesante de las propuestas, o lo que entronca con la actualidad, o los valores de cada uno...», explica Regue Fernández Mateos, su artífice junto a Estela Rojo, y aprecia esta actividad como una buena herramienta para «quitar sambenitos al mundo del arte, miedos y fobias», parte de su misión en el área de Educación. 

Para este mediador cultural solo hay una cosa imprescindible para cantar victoria. «¿Qué debe tener? Una buena exposición. Con buen material se trabaja bien», contesta tras la cita del pasado sábado, que concluyó con una acción poética de Sara Tapia. 

Y es que gusta el CAB de salirse de caminos establecidos. A esta oferta se unen los encuentros con artistas el día siguiente a la inauguración o el aplaudido Desenlace, una original guinda para las últimas horas de cada bloque expositivo.