Cuando los responsables de Iberdrola Renovables enCastilla yLeón llegaron a este páramo, sintieron lo más parecido a un flechazo profesional.Una zona muy llana, con escaso impacto visual, cercana a la autovía A-62 y a la subestación a la que conectan los parques eólicos Ballestas y Casetona, denominados BaCa en el argot de la compañía. Para colmo de su buena suerte, la parcela de 140 hectáreas tiene un solo propietario y la tierra nunca ha sido demasiado fértil.
Todos los astros confluyeron para reflejar el sol sobre Revilla Vallejera, donde Iberdrola construye su primer parque fotovoltaico en Castilla y León con una inversión cercana a los 33 millones de euros y a la que seguirán proyectos similares en otras provincias, en paralelo a la energía eólica, que se mantiene como su gran apuesta.Solo en Burgos, ha construido o tiene en proyecto más de 550 MW distribuidos por el complejo Herrera II (63 MW), con los aerogeneradores más potentes instalados ahora en España; el de Iglesias (94), en el que instalará junto a Siemens las primeras turbinas de la plataforma 5.X (una sola es capaz de generar energía para 5.000 hogares), Buniel (114), Alcocero de Mola (102), Valdemoro (50, Fuenteblanca (10) o el propio complejo BaCa (69).
(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)