30 millones sin gastar salvarán la inversión el año electoral

J.M.
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El Ejecutivo tiene decidido el destino de más de 11 millones, que servirán para lanzar proyectos atascados. El avance de la liquidación estima un superávit en 2022 de 31 millones

30 millones sin gastar salvarán la inversión el año electoral

Los servicios económicos del Ayuntamiento de Burgos ya tienen una estimación aproximada del cierre del año 2022. Los datos macroeconómicos permiten estimar ya un superávit de 31 millones de euros (una cifra ligeramente inferior a los 34,7 del ejercicio interior) y aunque resulta más complejo realizar un cálculo preciso sobre los remanentes de tesorería que quedarán con la liquidación del ejercicio, en el Gobierno de coalición del PSOE y Cs cuentan con que la próxima primavera dispondrán, si así lo desean, de entre 30 y 40 millones aproximadamente que podrán inyectar al Presupuesto de 2023 para la ejecución de inversiones. Las que, por otra parte, será responsabilidad de llevar a buen puerto la próxima Corporación.

Si bien el montante total de los remanentes de tesorería, según los cálculos del Ejecutivo, se moverá entre los 70 y los 80 millones de euros, lo cierto es que aproximadamente la mitad se esfumarán con la primera modificación presupuestaria. La que se aprueba de manera automática con el inicio de un nuevo ejercicio y sirve para pagar obligaciones pendientes (muy voluminosas de cara este ejercicio por la existencia de numerosas inversiones adjudicadas pero no ejecutadas aún) y para asumir los pagos de la famosa cuenta 413 (facturas pendientes).

Descontados estos compromisos ya adquiridos e ineludibles, alEjecutivo municipal le quedarán esos más de 30 millones de euros para inyectar al Presupuesto, de los que para más de 11 ya se puede conocer su destino.

En la modificación presupuestaria que, casi con toda seguridad, se aprobará inicialmente el próximo mes de marzo, aparecerán proyectos que se han atascado durante la legislatura y que en 2023 están llamados a hacerse realidad.

Entre ellos, figurarán los tres millones de euros que hacen falta para ejecutar las obras de la última fase de Alcalde Martín Cobos (que incluirá la nueva rotonda de La Ventilla), la glorieta de JuanRamón Jiménez (frente al Mercadona) y las actuaciones en las calles La Bureba y Fernando Dancausa.

También en esa modificación presupuestaria se reservarán al menos 930.000 euros para la remodelación del último tramo de Fernán González y de la subida a Cabestreros, entre medio millón y un millón de euros para la renovación de los contenedores soterrados y 540.000 euros para poder volver a sacar a concurso e iniciar las obras del futuro centro cívico de Fuentecillas. Ese al menos es el objetivo, aunque parece que la misión no será sencilla.

El bipartito incluirá también una partida de 350.000 euros para expropiar los terrenos del antiguo campo de tiro de Villatoro (para ampliar el cinturón verde), otros al menos 230.000 para la contratación de la redacción del proyecto para la musealización del Monasterio de San Juan y cerca de 150.000 tanto para el arreglo de la calle Sextil como del molino de Fuentes Blancas. También deberá reservarse dinero para el centro municipal de Cótar, cuyas licitaciones anteriores se han quedado desiertas.

Uno de las grandes inversiones, en términos absolutos, será la que servirá para inyectar 2 millones de euros para la fallida campaña de asfaltado extraordinaria que Vías Públicas planificó para 2022 pero que finalmente no se podrá ejecutar hasta 2023.

También en la modificación presupuestaria se deberán de incluir los 1,7 millones de euros comprometidos con los distritos y cuyo crédito está en este momento supeditado a que el Ayuntamiento consiga obtener ingresos por la venta de patrimonio municipal del suelo.

En el fondo, la modificación presupuestaria no incluirá, a priori, grandes sorpresas ya que la idea es incluir en la misma proyectos que no se han conseguido ejecutar en los plazos previstos.

Dicho de otra manera, se incluirán en la misma aquellas inversiones que ahora mismo están supeditadas a la venta de suelo y que supondrán un desembolso de 7,4 millones (las actuaciones en los polígonos, en Fernán González...) y también aquellas que se incluyeron ya en una de las modificaciones aprobadas en 2022 pero cuyos trabajos no se lograron adjudicar antes de que terminara el ejercicio.

Reglas fiscales y Europa. La suspensión de las reglas fiscales con la que ha operado el Ayuntamiento desde la irrupción de la pandemia es lo que ha permitido, sin ir muy lejos, que en 2022 el capítulo de inversiones del Presupuesto se elevara hasta los 78,3 millones (incluidas las inyecciones vía modificación presupuestaria).

En el Presupuesto de este ejercicio, ya aprobado de manera inicial, las cuentas contemplan inversiones por valor de 33,7 millones, que se podrán incrementar con entre 30 y 40 millones más. Lo que hará que en 2023 el Ejecutivo municipal vaya a poder disponer de entre 56 y 66 millones (una vez descontados los 7 que están fiados a la venta de suelo).

Si bien el actual escenario ha proporcionado enormes recursos al Ayuntamiento para ejecutar inversiones, a lo que se ha sumado la inyección extra de dinero procedente de fondos europeos, la contrapartida viene dada porque el Ayuntamiento no ha reducido su deuda de la misma manera que lo habría hecho en caso de seguir operando las restricciones de las reglas fiscales. Tocaba elegir y el equipo de Gobierno, como no han hecho la práctica totalidad de las entidades locales, ha priorizado la inversión a la deuda.