La ayuda para comprar libros de texto llega a 10.000 familias

B.G.R.
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La Fampa valora este aumento pero sigue pidiendo que la gratuidad de este material sea universal en la etapa obligatoria y rechaza que los beneficiarios tengan que adelantar el dinero

Las familias deben solicitar a la Consejería el abono de los ejemplares no disponibles en los bancos de los centros. - Foto: Luis Román

El programa de ayudas para la compra de libros de texto de la Consejería de Educación (Releo Plus) ha mantenido una tendencia creciente en los últimos años, que vuelve a evidenciarse este curso con las cifras finales de concesiones dadas a conocer recientemente. En Burgos el número de alumnos beneficiarios de la gratuidad total de este material alcanza los 10.304, lo que representa 2.514 más o una subida porcentual del 32,2% en comparación con el pasado año.

Las cifras incluyen las dos fases de resolución que contempla esta iniciativa. Por un lado, las solicitudes aceptadas en la primera, resuelta en junio del anterior ejercicio y que incluyó a 8.594 estudiantes de Primaria y la ESO cuyos ingresos familiares están por debajo de 2,6 veces el Indicador Público de Rentas Múltiples (IPREM) de 2021, y, por otro, las 1.720 que se sumaron posteriormente aunque superaran sus rentas los umbrales marcados en la convocatoria.

Todos los beneficiarios deben acudir primero a los bancos de libros de sus centros para conseguir los ejemplares, que de no estar disponibles podrán adquirir y solicitar después el abono por parte de la Consejería. Este es uno de los puntos en los que no está de acuerdo la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Fampa), que considera  que las familias «no deberían adelantar ese dinero y tener que esperar a recibir la compensación económica».

El presidente de la entidad, Francisco Sánchez, valora de forma positiva ese incremento del número de beneficiarios durante este curso, si bien insiste en la reivindicación que siempre se ha defendido en la agrupación. «Pedimos que la gratuidad sea universal en la enseñanza obligatoria», remarca, al tiempo que hace referencia a otra característica del programa sobre la muestra ciertas reticencias.

Esta tiene que ver con las donaciones del material a los centros, que retraen a aquellas familias que no se pueden beneficiar de las ayudas porque superan sus niveles de renta. En este sentido, subraya que también deberían incluirse en el programa y que «todo el que cede voluntariamente los libros tenga derecho a recibir otros». 

Por su parte, la Consejería de Educación destaca que el objetivo pasa por llegar cada año a más escolares hasta «alcanzar progresivamente la gratuidad para los alumnos de enseñanzas obligatorias que lo necesiten», no sin antes subrayar «la mayor elasticidad» incorpora en los criterios de concesión.