Un arranque lento para el tren más rápido

H. JIMÉNEZ
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Se acaba de cumplir un mes de la inauguración oficial del esperado AVE en Burgos. Su balance son unas cifras de viajeros modestas y un reguero de incidencias técnicas que están empañando el estreno

7 de agosto: La vía única provoca retrasos porque los trenes no se pueden cruzar en cuanto los horarios se descuadran mínimamente. - Foto: Valdivielso

Fue el jueves 21 de julio. Una nutrida comitiva, encabezada por el Rey y el presidente del Gobierno, inauguraba de forma oficial la línea de alta velocidad entre Venta de Baños y Burgos. Culminaban así muchos años de espera para entrar en el pelotón de ciudades españolas de la red AVE y desde entonces solo ha pasado un mes. Un tiempo demasiado corto para sacar conclusiones sobre su funcionamiento, pero suficiente para saber que la velocidad es alta pero su uso evoluciona despacio, lastrado además por diversos problemas técnicos.

La coincidencia con un mes de agosto en el que casi todo el mundo tenía ya planificadas sus vacaciones impide evaluar el tirón turístico que pueda generar la mejora en las conexiones ferroviarias. La venta de los billetes, además, se hizo con una enorme premura y la promoción inicial duró poquísimos días. La rebaja del 50% en los bonos de viajero frecuente no arrancará hasta septiembre y los viajes de empresa tampoco. Varios factores se han unido, por tanto, para frenar el uso de la infraestructura y los datos de viajeros son todavía modestos.

A falta de datos oficiales que Renfe todavía no ha difundido, cálculos extraoficiales obtenidos de fuentes próximas a la operadora coinciden en apuntar que el número de usuarios de cada trayecto del AVE 'puro' ronda los 35 en el sentido Madrid y los 45 en el regreso vespertino a Burgos. Hablamos del tren que sale a las 7 de la mañana y que vuelve a las 21.18 horas, por lo que es evidente que está pensado para viajes de trabajo y su potencial real habrá que comprobarlo cuando regrese la actividad a un ritmo normal tras el parón veraniego, a partir del mes de septiembre.

30 de julio: Varios trenes en doble composición procedentes del País Vasco se atascan en el cambiador de ancho de vías.30 de julio: Varios trenes en doble composición procedentes del País Vasco se atascan en el cambiador de ancho de vías. - Foto: Jesús J. Matías

Para entonces entrarán en vigor las subvenciones a los billetes y, quizás, fórmulas de comercialización más económicas como los Avant que hace años comunican Valladolid con Madrid y que permitirían un mayor aprovechamiento de este mismo tren. Todo esto, en cualquier caso, deberán ser cálculos de la explotación comercial de Renfe que decidirán sus gestores.

En otoño también entrará en funcionamiento, si no hay sobresaltos que lo impidan, la conexión directa con Palencia a través de un enlace situado al norte de Venta de Baños, que se construyó al mismo tiempo que el resto de la infraestructura pero que todavía no se está aprovechando. Esto permitirá un recorte de aproximadamente media hora en los tiempos de viaje entre Burgos y Galicia, pasando por Palencia y León. 

Conexiones en potencia. Además, en el horizonte lleva desde hace meses una posible ruta directa entre Burgos y Alicante, aprovechando tanto el tramo de alta velocidad hasta Venta de Baños como el hecho de que los trenes hasta esa ciudad mediterránea partan desde la estación de Chamartín y no de Atocha, como venían haciendo hasta ahora. Todo esto en cuanto a los servicios, para los que parece abrirse un enorme abanico de posibilidades que sin embargo por el momento no pasan de la teoría. 

21 de julio: El Rey y el presidente del Gobierno encabezaron la comitiva inaugural. Al día siguiente comenzaron los servicios.21 de julio: El Rey y el presidente del Gobierno encabezaron la comitiva inaugural. Al día siguiente comenzaron los servicios. - Foto: Valdivielso

Lo que en la práctica ya ha ocurrido es que los trenes de alta velocidad han sufrido ya más de un susto. Cada semana ha surgido un sobresalto en la explotación de una línea, algo a lo que en su momento restó importancia Renfe alegando que la puesta en marcha de un tramo nuevo siempre conlleva «ajustes» que han de solucionarse.

Sin ir más lejos, en los últimos días los servicios AVE o Alvia han padecido retrasos provocados por distintas incidencias en los sistemas de señalización y de seguridad. Por ejemplo el viernes 12, una «avería puntual» en el tramo comprendido entre el río Arlanzón y la pequeña estación llamada «Estépar Alta Velocidad» generó una demora de 23 minutos al AVE procedente de Madrid, el que llega a última hora de la tarde, tal y como explican desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF). Testigos directos apuntan a que el tren tuvo que detenerse en la vía a la espera de que se solucionase el problema.

El hecho de contar con una sola vía entre Burgos y Venta de Baños, aunque existen dos puntos de adelantamiento y cruce de trenes a distintas alturas del trazado, provoca que en varias ocasiones los convoyes hayan tenido que esperar a que los que vienen en sentido contrario salgan del trazado para evitar accidentes. Ha ocurrido con los AVE, pero también con los Alvia, generando un notable malestar entre los viajeros porque las tarifas han subido con el argumento de que los tiempos de viaje se recortan pero a veces esto no sucede en la realidad.

3 de agosto: El tren AVE sufre la caída de un rayo en Madrid y los pasajeros son trasladados hasta Burgos en autobús.3 de agosto: El tren AVE sufre la caída de un rayo en Madrid y los pasajeros son trasladados hasta Burgos en autobús. - Foto: Alberto Rodrigo

Por si fuera poco, el cambiador de ancho situado al norte de la estación Rosa Manzano también ha dado problemas. Esta instalación es imprescindible para que un mismo tren pueda circular primero por la vía de alta velocidad procedente de Madrid y luego por la convencional hasta Vitoria, y lo mismo ocurre en sentido contrario. Pues bien, el hecho de estar situado en una pendiente provoca que los Alvia que llegan desde el País Vasco, en doble composición con una rama que sale de Bilbao y la otra de San Sebastián unidas posteriormente en Vitoria, genera que se hayan atascado en al menos tres ocasiones.

Cuando tienen que bajar los pantógrafos (el brazo articulado que conecta con la catenaria para captar la energía eléctrica) el tren se para y se necesita una especial pericia del maquinista para solventar ese paso crítico por la caseta del cambiador, que se efectúa a apenas 5 kilómetros por hora.

El colmo fue ya que al AVE le cayera un rayo. Y no es una forma de hablar. En una prueba de evidente mala suerte, un tren que estaba estacionado en Madrid esperando a realizar el trayecto de la tarde hacia Burgos sufrió la descarga de un relámpago que provocó su avería durante dos jornadas, aunque pudo repararse con rapidez.

Del coma a la UCI. Todos estos sobresaltos, en definitiva, están provocando que la implementación de la alta velocidad en Burgos no resulte tan brillante como lo ha sido en otras ciudades. Tampoco ha sido el desastre de Extremadura, donde el mal funcionamiento de los trenes es objeto de durísimas críticas políticas y ciudadanas, pero el hecho de que la vía no tenga continuidad hasta Euskadi le resta atractivo y potenciales viajeros, algo que ya se sabía desde hace años pero que ahora se evidencia. Tal y como este periódico publicó la semana siguiente a la inauguración del AVE, la ampliación de horarios ha sacado a la estación de Burgos del coma en el que se había instalado durante meses, pero todavía se la puede considerar una enferma que oscila entre la UCI y la planta hospitalaria, necesitada de muchos cuidados especiales.

El ADIF ha anunciado su intención de volver a sacar a concurso la cafetería. Lleva cerrada desde diciembre de 2019 y esto obliga a los viajeros a recurrir a las máquinas de venta si quieren tomarse unos frutos secos, un sándwich o una bebida, con lo que su reapertura será un salto de calidad para los usuarios. 

Pretende comercializar también los numerosos locales con los que cuenta la terminal Rosa Manzano y que llevan vacíos desde su inicio. Cualquier mejora, por pequeña que parezca, será cualitativamente notable para un edificio concebido desde sus inicios para muchísimos más viajeros que los que cuenta en la actualidad y que se proyectó pensando en un verdadero Burgos-AVE que despierte a la ciudad de su letargo ferroviario.