¿Cuántos veranos más de atascos en la AP-1?

H.J.
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El Gobierno ha tardado casi cuatro años en aprobar los anteproyectos de los enlaces de la AP-1, donde en cada operación salida vuelven los grandes embotellamientos. Aún faltan los proyectos, licitarlos y ejecutarlos

Uno de los atascos de este verano en la autovía. - Foto: DB

La historia se lleva repitiendo de forma sistemática cada puente y cada vacación, y la secuencia siempre es la misma: hay un accidente en la AP-1. Los vehículos implicados quedan atravesados en la calzada. No digamos ya si son camiones. Inmediatamente el tráfico se paraliza. Empieza a formarse un atasco gigantesco. Cada segundo que pasa, más. Y los coches no pueden salir porque ya están metidos dentro de una vieja autopista en la que las salidas están separadas muchos kilómetros entre sí. No pueden dar marcha atrás. No pueden avanzar. Y se forma una cola enorme. Una ratonera

La altísima intensidad de tráfico que cada verano soporta el eje de la vieja nacional I y que ahora se concentra en la antigua autopista debido a su gratuidad supone un peligro constante de accidentes que por fortuna no suelen ser graves pero que derivan en embotellamientos kilométricos y de largas horas de espera.

La semana pasada sucedió en dos jornadas consecutivas. El jueves 4 fue el más grave, cuando un camión con mercancías peligrosas se quedó atrapado en los túneles de Pancorbo. El viernes 5 la historia se repitió con un guión similar aunque a menor escala. Y lo malo es que quedan muchos veranos por delante para seguir sufriendo episodios parecidos. ¿Cuántos? Nadie lo sabe. Preguntado al respecto, el subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente, responde simplemente que «trabajamos intensamente para que se materialicen lo antes posible»

Por mucha voluntad política que haya, tres o cuatro años parece el tiempo mínimo en el que estarán listos los dos enlaces previstos entre la N-I y el tronco de la autovía, uno a la altura de Monasterio de Rodilla y el otro en Zuñeda, ya en plena Bureba. El plazo no está todavía establecido en ningún papel, pero a la vista de los antecedentes solo un perfecto encadenamiento de los proyectos y las obras permitiría tenerlo antes.

El peaje de la AP-1 se suprimió el 30 de noviembre de 2018. Han tenido que pasar casi cuatro años (menos cuatro meses) hasta que el Ministerio de Transportes ha aprobado el expediente de información pública y definitivamente el anteproyecto de la denominada «Mejora de la accesibilidad de la Autopista AP-1. Tramo: Burgos – Miranda de Ebro». 

 

(La información completa en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)