Los jóvenes deportistas federados que cada fin de semana desafían el frío y la lluvia en los campos de fútbol de Pallafría tienen además que hacerle frente a las incomodidades que se encuentran en los vestuarios donde se cambian antes y después de cada partido. Los padres no ocultan su malestar por las condiciones en las que se encuentran las instalaciones, donde la suciedad campa a sus anchas y es habitual encontrarse con lavabos y sanitarios atascados.
Las imágenes son elocuentes y las quejas de los progenitores son frecuentes ante la falta de personal de limpieza que se encargue de mantener los vestuarios en unas condiciones aceptables para los pequeños y que la práctica del deporte no se termine convirtiendo en un incordio para ellos.