ATEMUB vuelve a la selva

I.L.H.
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Hace dos años la pandemia dejó a la Asociación de Teatro Musical sin el estreno de 'Simba'. Ahora lo retoman con más escenas, coreografías y efectos. Lo presentan los próximos 3 sábados

Al escenario del Teatro Clunia en el que ayer ensayaban se suben 20 intérpretes que cantan, bailan y actúan. Vestuario y escenografía también es suyo. - Foto: Jesús J. Matías

La estructura es la misma que planearon para su estreno en marzo de 2020, con la ventaja de que en este tiempo han podido trabajarlo mucho más e incluso incorporar nuevas escenas, coreografías y efectos de sonido: «Se ha mejorado y retocado. Es una versión 2.0», apunta Esteban Cortez, director de ATEMUB, la Asociación de Teatro Musical de Burgos.

Simba 2022 es, como entonces, una versión propia del Rey León que engloba aspectos de las películas de 1994 y 2019 y del musical de Broadway. La esencia de la historia, eso sí, no cambia: Simba es un joven león que tras la muerte de su padre (el rey de la sabana), es exiliado de su hogar por su tío Scar, que usurpa el trono. Con ayuda de sus amigos y recordando las enseñanzas de su padre, Simba es alentado a volver. 

Con veinte fieras sobre el escenario que actúan, cantan y bailan, seis músicos en directo y la participación de otra decena de voluntarios que han colaborado con la escenografía y los vestuarios, Simba es el proyecto más ambicioso de ATEMUB después de Grease y Sister Act: «Es el más complicado en cuanto a decorados y atrezo. Y el reto vocal es mayor porque las canciones de Disney son muy apoteósicas y nosotros tenemos que adaptarlo a un coro a cuatro voces», nos contaron hace dos años cuando preparaban el estreno que no llegó.

Entonces, acompañándoles en los ensayos comprobamos que también es el musical con el que más han disfrutando. Las máscaras de las fieras están hechas de papel maché, plumas, pelo y otros materiales. Ligeros y a la vez tan feroces como deben aparentar las hienas malas del cuento, los leones, pelícanos, tocos, ñus, facóqueros y suricatos de la selva. «El musical de Broadway tiene demasiada ornamentación y a los actores en algunos casos las coreografías les resultan complicadas. Nosotros buscamos lo contrario: queremos dotarles de movilidad y expresividad», añadió Cortez. En cambio aprovechan del musical una escena de tango que no aparece en las películas.

Con intérpretes que van desde los 13 años (Adrián y Dolores tenían 11 en 2020), Simba 2022 afronta esta nueva etapa con  más horas de ensayos que nunca. «Cuando acabó el confinamiento seguimos preparando el montaje, pero como había restricciones de aforo lo aparcamos unos meses e hicimos mientras un proyecto adaptado a las circunstancias», comenta el director. Lo que hicieron fue una versión del Sister Act de 2018 con diez personas sobre el escenario, para aforos pequeños y cantando con la mascarilla puesta. Y en octubre del año pasado se adentraron de nuevo en la selva para recuperar a Simba añadiéndole números extras.

El resultado lo presentan  en el Teatro Clunia, en seis funciones los próximos tres sábados: 19 de marzo, 2 y 9 de abril, a las 17.00 y a las 20.30 horas. El espectáculo dura dos horas y cuarto con un descanso de diez minutos, con lo que eso supone para los intérpretes y los músicos. Las entradas tienen un precio de 15 euros y se pueden adquirir por los canales habituales.

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