Tumbas al aire en Regumiel de la Sierra

P.C.P.
-

La localidad burgalesa rescata la necrópolis rupestre, que fue sepultada con hormigón hace 35 años en mitad del casco urbano, y deja a la vista 5 enterramientos bajo el suelo de la iglesia, donde han hallado estructuras del templo románico

A la izquierda: Una capa de hormigón ocultaba 150 tumbas antropomorfas similares a estas. A la derecha: Los resultados del sondeo dentro de la iglesia se pueden visitar. - Foto: DB

Regumiel de la Sierra hace por fin justicia arqueológica a su iglesia, maltratada a lo largo de los siglos, y su necrópolis, sepultada durante décadas bajo una capa de hormigón. Aunque mucho se perdió con el paso del tiempo y de los franceses en la Guerra de la Independencia, todavía preserva su valor histórico y potencial turístico, al ser uno de los pocos cementerios altomedievales que se conservan en mitad del casco urbano.

El proyecto impulsado por el Ayuntamiento con financiación de la Diputación Provincial, está dirigido por Asier Pascual Marquinez y Mónica Gorostiza González, que con las limitaciones propias de la pandemia y el mal tiempo comenzaron a trabajar en enero. Ha finalizado la intervención en el interior del templo, donde los visitantes pueden contemplar 5 fosas excavadas en roca y lo que podría ser una pila, gracias a una estructura de vidrio con iluminación indirecta por la que se puede caminar.

Además, los arqueólogos han obtenido información sobre las estructuras anteriores del templo, por ejemplo el que posiblemente sea el umbral de entrada de la época románica, aunque nada anterior.

El suelo de la iglesia se cambió en 1986, el año en que se decidió cubrir con hormigón toda la necrópolis, que con esta intervención recuperará la visibilidad que nunca debió perder. Aunque esa actuación provocó daños, han sido menos graves porque existe un relleno de arena entre el hormigón y la piedra de los enterramientos. De este modo, armados de paciencia y de un pequeño martillo neumático,  Asier Pascual explica que han conseguido retirar aproximadamente el 80% del hormigón y desenterrar 150 tumbas datadas tradicionalmente en la época altomedieval (siglos IX al XI), aunque algunas teorías las atrasarían al VII. «Es una de la mayores necrópolis excavadas en roca que conocemos», explica, con la peculiaridad de que se encuentra en pleno casco urbano (Revenga o Cuyacabras están en despoblados), lo que pudo ser posible al tratarse de un asentamiento pequeño y sostenido en el tiempo.

Se trata de tumbas antropomorfas, dos de ellas con la tapa del sarcófago, en estado de conservación dispar. Algunas tienen daños porque se usaron para canalizar el agua, otras están intactas.