Millones contra ilusión. Experiencia contra juventud. El Mirandés ya demostró ante el Mallorca que puede dar la talla ante los grandes de la categoría pero  ahora busca dar la campanada en casa del líder. 

El Espanyol es el gallito de Segunda porque tiene un presupuesto y una plantilla muy por encima de la media,   así que todo lo que sea sumar en su estadio supondría un espaldarazo a las buenas sensaciones que han transmitido hasta ahora los rojillos. «La diferencia en los números y la historia está ahí pero somos muy competitivos y porqué no vamos a soñar», asegura José Alberto López, que está convencido de que su equipo puede firmar la sorpresa de la jornada. 

El técnico rojillo es consciente de que las opciones de rascar algo en Barcelona pasan por «estar perfectos a nivel defensivo». Hasta la fecha la solidez ha sido una de las virtudes del Mirandés, al que no solo le marcan pocos goles sino que también le generan pocas ocasiones, aunque contra el Espanyol tendrá una prueba de fuego ya que enfrente estará el pichichi Raúl de Tomás. «Es el nombre más llamativo de la plantilla pero en todos los puestos tienen jugadores que serían titulares en cualquier equipo de Segunda porque es el mejor equipo que ha jugado en los últimos años en esta categoría», apunta el míster. 

Además, el Mirandés se ha mostrado más fiable a domicilio que en casa. «La idea es la misma cuando saltamos al campo pero quizá como visitantes tenemos más espacios y los aprovechamos mejor», afirma José Alberto para explicar los motivos por los que los dos triunfos mirandesistas han llegado lejos de Anduva. 
Para este encuentro el Mirandés no podrá contar con Víctor Gómez y Moha, ambos cedidos por el Espanyol y a los que una cláusula en su contrato impide enfrentarse a sus excompañeros. Tampoco estarán disponibles Mario Barco, Meseguer y Schutte por diferentes problemas físicos (...). 

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