Las tiendas de animales ven nubarrones muy negros en el horizonte y asumen que la futura Ley de Bienestar Animal les deja sin margen de maniobra para adaptarse a las circunstancias. Este sector, que genera 200.000 puestos de trabajo y que suma 6.000 comercios en España, se enfrenta a una situación crítica para su supervivencia y los comerciantes burgaleses advierten de las consecuencias de esta iniciativa del Gobierno.

Fernando, responsable de Clínica Veterinaria, acumula 35 años de experiencia en un negocio que se ha adaptado a los diferentes escenarios hasta darse de bruces contra un muro. «Hace muchos años que dejé de vender perros y gatos», explica. Ahora parte de su quehacer diario lo dedica a la venta de roedores y peces, pero el mañana es incierto.

«Claro que estamos preocupados, pero no hay nada que hacer. Los que han redactado esta ley no son animalistas y no tienen ni idea de lo que están haciendo», asegura, para ir un paso más allá.A su juicio, las próximas medidas ponen en riesgo la supervivencia de este tipo de comercio y fomentará otro tipo de prácticas. «Esta ley va a conseguir que toda la venta de animales se produzca de manera ilegal. Si no lo vendemos nosotros como hasta ahora, otros lo harán de otra manera y el mercado en Internet va a ser una locura», advierte.

Este empresario local asume que la ley provocará que muchas personas opten por no convivir con animales de compañía, aunque «otros muchos los seguirán teniendo». «Los animales son de los mejores psicólogos en una sociedad que no se comunica», argumenta.

Para este empresario, la normativa diseñada por el Gobierno «no tiene ni pies ni cabeza» y todavía queda camino por recorrer porque «esta movida llegará a Europa». «Allí les va a entrar la risa con esta ley. ¿Quién son para decir lo que debo tener en mi casa?», se pregunta.

Desde Comercial Veterinaria defienden que no son «el enemigo».«Nuestro sector lleva mucho tiempo recuperando especies», añade Fernando, quien argumenta la existencia de empresas que desarrollan proyectos de «capturas sostenibles que fomentan la repoblación». «Con esta ley van a exterminar muchas especies autóctonas», asegura.

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