Fernando de la Varga presentó la semana pasada su dimisión como presidente de la Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León ante la junta directiva de la entidad, que se reunió de manera extraordinaria y aceptó la decisión del empresario burgalés, que asumió el cargo en febrero de 2021, si bien su propuesta se conoció hace ahora dos años tras la salida del segoviano Ángel Blasco. Transcurrido este tiempo y después de pensarlo «con frialdad», el principal motivo que argumenta para dejar esta representación pasa por el «desgaste» sufrido tras vivir una de las peores épocas del sector por la covid.
«Ha sido una lucha muy intensa, aunque también de gran aprendizaje de lo que supone la hostelería y el sector servicios», subraya, no sin antes recordar la «tensión» vivida y las «horas y horas» de negociación con la Junta de Castilla y León durante la crisis sanitaria por las restricciones que afectaron a este colectivo y que llevaron consigo numerosas manifestaciones en contra de dichas medidas. No obstante, valora la experiencia al frente de la patronal regional de «muy positiva», si bien considera que la entidad requiere en este momento de un «perfil» de presidente «distinto al que estaba aportando yo».
De la Varga hace referencia en este punto a la necesidad de «dedicar mucho tiempo de forma altruista» a trabajar por la hostelería, dado que «no se trata solo de un cargo de representación, y del que, según precisa, ahora no dispone pero con el que sí que contaba durante la pandemia. «Creo que si continuaba en el cargo podría lastrar más que sumar a la confederación», sostiene, al tiempo que avanza que su objetivo actual pasa por seguir trabajando por los hosteleros burgaleses desde la vicepresidencia de la patronal provincial, junto al presidente, Luis Mata, y al frente de la Asociación de Bares y Restaurantes (integrada en la entidad), así como centrarse en proyectos empresariales que surgen o «están encima de la mesa».
Carencias en formación. De este tiempo al frente de la confederación, destaca el «aprendizaje» para «entablar relaciones con las administraciones públicas», que con anterioridad «veíamos desde otra perspectiva», a lo que añade la importancia de la formación entre los profesionales de esta actividad, después de haber «comprobado las carencias que existían», y el «intentar ver cómo el sector necesita estar unido de cara al futuro». «Es algo fundamental para su crecimiento», señala respecto al último punto, añadiendo el objetivo de «demostrar a las administraciones públicas y a la sociedad que somos un sector estratégico e importante no solo en el PIB de la Comunidad sino en la generación de bienestar social que caracteriza a la región».
Tras su salida, avanza la convocatoria de elecciones «en breve», previsiblemente dentro de la primera quincena del próximo mes de enero, y apuesta por la búsqueda de un candidato de «consenso» que asuma la presidencia de la organización. Hasta que esto se produzca, ostenta el cargo en funciones Jaime Fernández, de la federación provincial de Valladolid, mientras que el burgalés Luis Mata, se convierte en vicepresidente.