Alex Renfroe no se esconde. Nunca lo ha hecho. El cerebro del Hereda San Pablo huye de los tópicos que muchas veces utilizan los deportistas y habla con una franqueza inusitada. «Mi temporada está siendo una mierda», suelta de forma directa, sin adornos, sin anestesia. Sus palabras van acompañadas de un gesto tristeza cargado de realidad, pero también de esa determinación del que está ya curtido en mil batallas y convencido de que puede cambiar las cosas. La Copa Intercontinental es, sin duda, una oportunidad para recuperarse de los problemas que están afectando al equipo y encarar con más confianza el segundo tramo de la campaña.

¿Cómo afronta el vestuario este torneo en medio de una situación tan delicada en la Liga Endesa?
Lo vemos como una buena oportunidad; es un nuevo comienzo. No estamos jugando bien y ahora tenemos dos partidos seguidos para demostrar y ganar experiencia jugando juntos. Necesitamos una victoria urgentemente y un tiempo que no tenemos. Estos partidos son cruciales para nuestro futuro.

¿Están en Egipto mirando de reojo a la ACB?
Nunca desconectas de la ACB porque es la liga en la que competimos, pero estamos centrados en las dos cosas. Lo más importante ahora es ganar algo de experiencia como equipo. Cualquier duelo que podamos jugar nos ayudará.

A pesar de los malos resultados de esta campaña, el San Pablo es el vigente campeón, ¿es también el favorito?
Si te soy sincero, diría que no y que debemos afrontarlo como que no lo somos. Estamos en un proceso de reconstrucción desde cero y tenemos que encontrar nuestra identidad, nuestro ritmo... Yo diría que somos más bien los tapados.

No pudo jugar en Buenos Aires por culpa de una lesión de rodilla, ¿supone una motivación extra para usted estar hoy en El Cairo?
No sé si extramotivado, pero sí que lo encaro con muchas ganas después de haberme perdido la Copa Intercontinental del curso pasado.

Ha estado lejos de su mejor nivel durante el primer tramo del curso, ¿cómo llega Alex Renfroe a Egipto?
Si te soy sincero, mi temporada está siendo una mierda. Estoy muy decepcionado conmigo mismo. Me siento como si no fuera yo y mis fortalezas no aparecen, pero últimamente me he encontrado mejor físicamente, con mejor ritmo. Todavía no estoy haciendo las cosas que yo quiero o lo que me hace sentirme orgulloso. Eso me frustra, pero tengo que encontrar el camino para corregir estos problemas. Es la hora de dar un paso adelante.

¿Lo achaca a un tema físico o mental?
Ambos, pero estoy trabajando para solucionarlo.

¿Le afectó la demora en el regreso de Puerto Rico?
Sin lugar a duda. Me afectó muchísimo. Mi situación en Puerto Rico y no estar en Burgos desde el primer día me afectó más de lo que podía esperar.

Después de ganar tanto la temporada pasada, ¿es difícil asimilar este escenario en el que está el equipo?
Sí, claro. Todo el mundo quiere ganar siempre, da igual si lo mereces o no. Cuando lo haces, todo va bien, pero si no, todo va mal.

¿Fue muy duro quedarse fuera de la Basketball Champions League en la primera ronda?
Fue muy, muy, muy duro. No puedo describirlo con palabras. Fue una gran decepción, en especial para los que estuvimos aquí el año pasado. Una desilusión muy grande para jugadores, club, afición (...).

(Entrevista completa, en la edición impresa de Diario de Burgos de este jueves o aquí)