En apenas doce años y con dos ejercicios mermados por la covid, los yacimientos de Atapuerca, el Museo de la Evolución Humana y el Centro de Arqueología Experimental (Carex) han llamado la atención de más de seis millones de personas (6.065.495 para ser exactos). Desde su creación en julio de 2010, el Sistema Atapuerca se ha convertido en el gran motor cultural de Burgos, en un elemento dinamizador de calidad demostrada y en un punto de interés de referencia para las visitas nacionales e internacionales.
A día de hoy lo mejor es que, después del bache de la pandemia, ya está otra vez a pleno rendimiento. Hasta la llegada de la covid el Sistema Atapuerca no había dejado de crecer, obteniendo en 2019 sus mejores registros. Las restricciones por el virus, por otro lado, obligaron a ralentizar la actividad exterior y centrarse en otros aspectos divulgativos desde dentro. 2022, sin embargo, que arrancó con los últimos coletazos de la pandemia, ha devuelto la vida a todo el Sistema recuperando los visitantes que tenían antes de que una pandemia obligara a parar al mundo.
En los últimos doce meses han pasado por el MEH, los yacimientos y el Carex cerca de 580.000 personas, apenas 70.000 menos (un 11%) que en 2019, cuando por otro lado se obtuvieron los mejores registros de la década. La cifra constata la vuelta a la vida en estos elementos, que han aumentado la actividad en cerca de un 40% con respecto al año 2021 (entonces el Sistema recibió 350.644 visitas) y que, como decíamos, se acerca a los niveles prepandemia.
El empujón de los nuevos hallazgos. Donde más se aprecia la mejora es en los yacimientos de Atapuerca, un entorno al aire libre (aspecto perseguido tras la covid) que se ha visto beneficiado por el buen tiempo y, sobre todo, por la repercusión de los hallazgos de la última campaña, cuando se hallaron los fósiles de la cara de un individuo que vivió en la sierra hace 1,4 millones de años. Tampoco hay que olvidar que el Nobel de Svante Pääbo, entre otras investigaciones por el ADN hallado en la Sima de los Huesos, colocó a Atapuerca en las páginas de los medios de comunicación de todo el mundo. Ni la exposición de las vértebras de la pelvis 'Elvis' o el cráneo de 'Miguelón' o el eco mediático de visitas como la de Alberto de Mónaco.
Hasta los yacimientos se han acercado en los últimos doce meses cerca de 112.000 personas, apenas 5.000 menos que en el año 2019, lo que supone que se ha quedado al 4,42% de igualar la mejor cifra de su histórico.
El MEH baja. En el Museo de la Evolución Humana, en cambio, es donde más está costando la recuperación, a pesar de que ha recibido 345.572 visitantes entre la exposición permanente, las muestras temporales, los talleres y las actividades organizadas como parte de la agenda cultural. Con respecto a 2019 el MEH ha perdido casi 69.000 visitas en el conjunto de las actuaciones, un 16,63%.
También es cierto que el museo -el edificio que más visitas registra de todos los elementos del Sistema- llevaba sin gerencia desde septiembre de 2021 y que no se ocupó esa plaza hasta hace tres meses, cuando nombraron para ese puesto a la arqueóloga Aurora Martín.
El Carex, por otro lado, no solo se ha recuperado sino que ha superado las visitas que tuvo antes de la pandemia, pasando de 119.790 en 2019 a 122.266 personas. La apuesta por reforzar los contenidos de este edificio y lo atractivo que resulta para el público familiar es una de las bazas del inmueble situado en la localidad de Atapuerca.