Vladimir V. Laredo

Petisoperías

Vladimir V. Laredo


La nueva banalidad

06/04/2022

Bueno. Pues que ya está. Que ya ha pasado todo. Y ojo, menudo susto. La verdad es que ya tenía ganas de que todo volviera a ser como antes, no se crean. Ya tenía ganas de volver a la nueva nueva normalidad, que es como la antigua normalidad, pero después del simulacro de hace unos meses que fue la llamada nueva normalidad. Ya era hora, oigan.

Alguno de ustedes pensará que no sé lo que digo. Que sigue habiendo contagiados del virus, aunque ahora ya no tienes que quedarte en casa, aunque des positivo, si no tienes síntomas. Que muchos seguimos con mascarilla por la calle o, peor aún, no la llevamos en la calle, pero nos la ponemos para entrar al bar y nos la quitamos en cuanto nos ponen la consumición. Que la inflación está por las nubes, que ha habido paros en el transporte, que algunos supermercados tenían las estanterías vacías de cosas que guardaban en sus almacenes, que nos quieren racionar las compras. Que sigue habiendo guerra en Ucrania, que las cosas en el mundo no van bien. Que vamos directos hacia el cataclismo. Y tendrán razón, casi seguro. Todo eso, y mil cosas más, muchas peores de las que nos pensamos, siguen sucediendo, sí, y seguirán sucediendo. Pero hay una prueba de que todo, en realidad, está superado. Hay un hecho contrastado que nos indica que ya hemos vuelto a la casilla de salida, ¿no lo saben? Se lo cuento.

Hace semana y poco el actor Will Smith le dio un sopapo a Chris Rock en mitad de la gala de los Óscar por hacer una broma desafortunada a costa de su mujer, para estupefacción del público de todo el mundo. Minutos después, el mismo Will Smith ganó el Óscar a Mejor Intérprete Principal Masculino. Esto, que en sí mismo es llamativo, adelantó por la derecha a todas las demás noticias mundiales, y abrió telediarios, ocupó magazines, eclipsó a todo lo demás que ocurriera en redes sociales y lleva siendo la comidilla de todo el mundo hasta que pase otra tontuna nueva.

Así, por mucho que digan los gobiernos, las autoridades sanitarias, los militares, los chinos o el sursuncorda, esto ya está acabado. Nada importa ya. Volvemos a la nueva banalidad, otra vez. Y qué quieren que les diga, pero para mí es un alivio ver que, pese a todo, rodamos.
                               @VladimirConV