Por supuesto, que no falte, aquí somos devotos. Y hay novedades, lo que de por sí ya es una novedad en el largo y tortuoso camino de la construcción (o no construcción) del centro de salud del Silo. Como informó este periódico hace algunos días, lo nuevo es que la Gerencia Regional de Salud ha adjudicado las obras para terminar este edificio que parece maldito. Con lo que hemos pasado, uno casi se emociona al escribir esto. La cosa va a salir por 5,2 millones de euros y el plazo de ejecución es de 12 meses.
La información apuntaba también a un cambio de estrategia: en el principio de los tiempos de este asunto, adjudicaron las obras a la empresa más barata, y así salió. Ahora lo han hecho a la «oferta más favorable en relación calidad precio», haciendo por fin caso a la máxima de las madres de que lo barato es caro, como hemos recomendado encarecidamente varias veces desde este rincón.
Hasta aquí lo bueno, pero hay más. La obra está adjudicada pero se abre un plazo de presentación de recursos y otras mandangas administrativas que impiden que el contrato se firme antes de fin de mes, con lo que no habrá nadie con buzo en el lugar antes de junio. Todo esto nos suena demasiado. Además, después habrá que proceder al equipamiento, es decir, a amueblarlo, que es otro contrato distinto con sus plazos, recursos... Así que, tirando por lo optimista y basándonos en los antecedentes, no tiene pinta de que el lugar esté operativo antes de 2024.
Mientras todo esto sucede en la realidad paralela de la burocracia, en el mundo real una médica del actual centro de salud pasó hace unos días un rato de los que no se olvidan. Un paciente la amenazó de muerte, se lio a golpes con una silla contra el suelo y rompió los cristales. La doctora dio gritos de auxilio que nadie oyó porque pasaba consulta en esos barracones que se han instalado en el exterior del centro porque dentro no se cabe. Esos cubículos bochornosos no disponen, tampoco, de botón de alarma como las consultas normales para alertar de problemas. El sujeto fue detenido, pero el incidente deja claro que hace tiempo que esto no puede seguir y que un día más de retraso es un día más de problemas. A ver si esta vez es la buena. Aquí estaremos vigilando.
Salud y alegría.