Michelin ha concretado un calendario compuesto por 315 días de apertura en 2023 para su fábrica de Aranda de Duero. Una cifra por debajo de los últimos años debido a la incertidumbre económica global y el descenso en ventas, según detallan fuentes sindicales. «Es de las cifras más bajas que permite el calendario», ya que un ejercicio bueno ronda las 354 jornadas y uno mediano se sitúa en torno a 333. En cualquier caso, desde los sindicatos subrayan que esto no tendrá ninguna repercusión ni a nivel de empleo, por lo que la plantilla permanecerá estable, ni tampoco se verán afectados los salarios. «Hay un principio fundamental y es que trabajamos menos, pero trabajamos todos», recalcan desde CCOO, al tiempo que defienden la importancia de su sistema variable. 

Con este calendario se determinan las necesidades de la fábrica a lo largo del próximo año. Ahora bien, no es algo estático, de forma que si la guerra de Ucrania finaliza y los mercados enfilan la recuperación, especialmente a nivel energético, la planta de Aranda podría sumar más aperturas. «Se puede remontar, el año es muy largo», sostienen las mismas fuentes, mientras insisten en que «hay muchísimo margen para ir hacia arriba».

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