Los monjes del monasterio de Silos se han visto obligados a salir del cenobio ante el riesgo que entraña el incendio y que está ya muy cerca del municipio. Al igual que los vecinos que han sido ya evacuados, la comunidad benedictina, formada por 25 religiosos, ha tenido que abandonar el cenobio y se ha trasladado hasta el convento de las benedictinas en Aranda de Duero.