Que el AVE llegue a Burgos es un buena noticia, un avance, una mejora, pero llega poco, no supone ni el aperitivo. Dos meses de servicio, con incidencias, dan un registro medio de cien viajeros al día, no llenan ni dos autobuses, veinticinco coches. Por no dar, no cubre el sueldo del maquinista. Una ruina para el operador y una inversión de nulo rendimiento para el titular de la infraestructura. Lo del aeropuerto queda chico ante el resultado inicial de la alta velocidad ferroviaria. No obstante, lo importante ahora es que la infraestructura existe, funciona y abre oportunidades de futuro. Hoy da para poco, pero cabe esperar que en futuro las cosas mejoren.
Es sabido que la alta velocidad es rentable cuando capta muchos usuarios, varios miles al día y millones al año. Eso requiera conexiones con núcleos poblados de población. Por ejemplo Madrid-Barcelona; Madrid Valencia y Madrid-Sevilla. Va más justo el Madrid-Galicia, Madrid-País Vasco o los trasversales este-oeste, aun por diseñar para crear una estructura mallada.
Para Burgos, cuya razón de ser tiene que ver con el carácter de cruce de caminos, el futuro del AVE pasa por que llegue a Bilbao, San Sebastián y algún día Francia. Eso implica frecuencias que son la clave del éxito. Burgos no puede ser estación término sino de tránsito, y cuando eso ocurra el AVE será eficiente. Con tráfico los precios podrán ser competitivos. Ahora no lo son, especialmente para turistas que es lo que necesita Burgos para prosperar.
En cualquier caso, lo importante es que tras tantos años de espera y retrasos el AVE llega a la ciudad. Es el principio de una larga carrera hasta conseguir que sea un activo. Mientras, habrá que ir trabajando en la conexión local que acerque la estación a la ciudad, que coloque a los turistas donde quieren llegar. Hay tiempo para pensar y probar, para hacer rentable la oportunidad que supone una infraestructura tan deseada y esperada. Estamos en el principio del comienzo, no hay que desanimarse, todo lo contrario; de la necesidad, virtud, de la oportunidad, resultados.