Hijos de la gran puta. Suena fuerte para el título de una novela, aunque el autor no se ha decantado por él con intención de insultar ni ofender a nadie. Peatón Fernández, seudónimo con el que el escritor briviescano Alberto Angulo firma sus trabajos, ha redactado esta novela con mimo y con ganas de divertir al lector en este tiempo en el que las mascarillas han borrado las sonrisas de la cara.
Gran aficionado a las letras, graduado en Lengua y Literatura Española, lector empedernido y escritor autodidacta, encontró hace un año el mejor momento en su vida para dar rienda suelta a su pasión: las palabras, y se ha dedicado en cuerpo y alma a esta novela en la que ha invertido cantidad de horas y de la que advierte a los lectores que «debe leerse en clave de humor pese a que el título pueda dar a entender otros aspectos», aclara. «La gente tiende a desviarse un poco al tema político por la situación en la que estamos pero no tiene nada que ver», añade.
Si bien, Hijos de la Gran Puta no deja indiferente a nadie y por ello Peatón está satisfecho. Cuando este briviescano era más joven y pasaba horas y horas entre las estanterías de las bibliotecas buscando nuevas delicias que devorar sin ninguna particular en mente lo único que hacia era leer los títulos. «El insoportable, La maquina de follar o El porqué de las cosas, son libros importantes dentro de la literatura y yo les abría simplemente atraído por la cabecera», expone. No obstante, el contenido de su texto posee una relación absoluta con el insulto en sí. Describo la abrupta vida y situaciones que padecen los distintos personajes a lo largo de la novela.
Peatón se estrena como novelista pese a que ha publicado pequeños cuentos y ha obtenido algún que otro premio literario por ello. «Mi madre me decía que era un cuentista y me lo creí. Comencé a escribirlos pero además me animé con microrrelatos y poesía», declara el briviescano.
El libro habla sobre un crimen que se comete entre dos obreros de la construcción. En esos momentos una grieta divide la ciudad de Bribones, emplazamiento donde gira la novela. Ese elemento surrealista servirá para que a partir de entonces se produzcan tres desarrollos de la novela. Por un lado el del asesinato, por otro el negocio que se monta en torno a la abertura y por último un entramado familiar. «Para redactar mis trabajos parto de un esqueleto y estudio como lo puedo rellenar. Me entusiasma que haya más historias dentro de la principal. Es lo que me empuja a escribir», asegura.
En cuanto a la ciudad ficticia de Bribones, Peatón confiesa que ha tomado cierto retazo de su ciudad para plasmarla en el texto. Sin embargo, lectores de otros países han contactado con él para comunicarle que se han sentido identificados y además percibido que hablaba de sus respectivas localidades. «Es posible que con la caracterización de esta ciudad el lector briviescano encontrará múltiples guiños, pero he logrado que personas de cualquier lugar del mundo la lean y no han notado que se cita de manera tímida a Briviesca», manifiesta. Hijos de la gran puta es una mezcla de ingredientes históricos, sociales, policiacos con un denominador común: el sentido del humor.
Salió publicada hace escasos meses y por el momento se muestra ilusionado con las críticas obtenidas. «Aquellos que quieran disfrutar de buenos momentos acompañados de risas podrán adquirir la novela en la librería burgalesa Luz y Vida, en la briviescana Zuñeda y a través de Amazon en formato digital y en papel», aclara el autor. El amor que siente por la literatura ha hecho que coja impulso y que su labor como escritor de novelas no haya hecho más que empezar.
Actualmente trabaja en un nuevo texto del que no puede adelantar ni una solo pista porque «una historia puede dar muchas vueltas». Además de la escritura, Fernández ha creado un canal en youtube en el que explica diferentes aspectos de la gramática española acompañado de actividades. «Me gusta aprender y a la vez enseñar lo que se». En Gramática parda intenta que los usuarios comprendan y den un buen uso a las palabras.