La condición de la provincia de Burgos como gigante eólico no deja de reforzarse a medida que surgen nuevos parques por toda la geografía provincial y se incrementan tanto la potencia instalada como la energía que es capaz de generar.

Los molinos han ido ganando peso a lo largo de los últimos años, con un crecimiento constante, y en paralelo el consumo sufrió un pequeño frenazo a lo largo de 2020 con motivo de la pandemia. El resultado fue que en el último año, y por primera vez desde que hay registros, la producción mediante energía eólica en el territorio provincial fue más del doble de toda la electricidad que consumieron los domicilios y empresas burgalesas.

Son datos procedentes del avance anual que elabora el Ente Regional de la Energía (EREN) de la Junta de Castilla y León y que consolidan a Burgos como la principal potencia eólica de la Comunidad Autónoma. Un tercio de toda la electricidad producida por el viento procede de la provincia, seguida a una enorme distancia por Soria y Palencia.

De los 12,8 millones de megavatios hora que nacieron de los molinos durante el año 2020, 4.581.907 procedieron de Burgos. Es la primera vez que se superan los 4,5 millones, que por tanto es un récord histórico, y esto permite más que duplicar los 2,27 de consumo eléctrico total en la provincia a lo largo del pasado ejercicio.

Este último dato, en cualquier caso, se resintió claramente como consecuencia de la covid. De los 2,42 millones de megavatios hora en 2019 se pasó a los mencionados 2,27, y fue por culpa del consumo industrial, puesto que el doméstico incluso creció. De nuevo aquí el coronavirus aparece como el factor diferencial, pues provocó muchas más horas de gasto en casa y menos en el trabajo.

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