La llegada de una masa de aire frío polar y su conversión en una gota fría, o Dana, complica este jueves el tiempo en Burgos, donde las bajas temperaturas y la nieve -un mes después- han vuelto a ser protagonistas tras un apacible Carnaval.
A primera hora del día nevaba de forma intermitente en la capital, lo que ha llevado a la Policía Local al corte total del cerro de San Miguel sobre las siete de la mañana, cerrando de forma preventiva los accesos al Castillo por carretera desde las calles Francisco Salinas y Doña Jimena y la avenida del Cid ante la previsible acumulación de nieve.
Conforme avanzaba la mañana, los copos han caído con más intensidad y lo han hecho sin cesar durante todo el día. Estaba previsto que las temperaturas fueran cayendo a lo largo del día y que la cota bajara hasta los 500 metros por la tarde, aunque los chubascos han sido de nieve húmeda, que ha teñido de blanco jardines y tejados pero no ha cuajado en la carretera, al menos en la ciudad.
La Agencia Estatal de Meteorología alertó ayer de la probabilidad de nevadas desde anoche y hasta mañana viernes tanto en la capital como en distintos puntos de la provincia, con acumulaciones de hasta 10 centímetros en la Cordillera Cantábrica y en la vertiente Ibérica de Burgos, y de 5 centímetros en el Norte, el Condado de Treviño y la Meseta burgalesa.
Ante tales previsiones, la Delegación del Gobierno en Castilla y León estableció la activación desde anoche en Burgos de la fase de alerta del protocolo de coordinación de actuaciones ante situaciones meteorológicas extremas que puedan afectar a la Red de carreteras del Estado.
Para los próximos días se espera que la nieve dé paso al frío intenso, con temperaturas mínimas de hasta 10 grados bajo cero, y heladas.