Savia nueva al frente de la Asociación de Empresarios de Aranda y la Ribera del Duero. Cristina Martín, de 38 años y licenciada en Sociología y Ciencias del Trabajo, asume la presidencia de FAE Asemar. Lo hace tras cinco años al frente del colectivo de jóvenes emprendedores y en un momento marcado por numerosos retos para el tejido empresarial de la comarca.

¿Qué le ha animado a presentarse?

No tenía pensado presentarme, no era algo que tuviera en la cabeza. Sí que me lo planteó Roberto Rojo y lo vi como una oportunidad de conocer mejor el tejido empresarial de Aranda a otra escala. Vengo de Jearco, por lo que ahora en Asemar conoceré empresas de otro volumen y estaré más cerca de empresarios con una trayectoria muy amplia. Pienso que puedo aprender mucho de todos ellos. También han pesado mis ganas y compromiso.

Llega acompañada de unas cuantas caras nuevas...

Que entre gente nueva es positivo. En general, procedemos de Jearco, por lo que tenemos cierto recorrido empresarial. Somos más jóvenes, con ideas distintas y otras ganas de hacer cosas. Esa renovación puede ser positiva. Se trata de aportar nuestro granito de arena, hacerlo lo mejor posible y dar aire fresco a la asociación. Como personas nuevas llegamos Sergio Martín, Virginia Martínez, Miguel Riesgo, Javier de Pablo y Pablo Porras. Son de mi confianza. Por consejo, hay representación de todos los sectores.

Otros tantos son veteranos. ¿Le ha costado convencerles para seguir?

Al contrario, una de las cosas que me reconforta y que agradezco es que todos los que formaban parte de la junta me han apoyado y nadie ha salido porque a mí se me propusiera la presidencia. Se han mantenido y me han apoyado. La junta sigue prácticamente como estaba.

También están presentes representantes de Michelin, GSK y Pascual. ¿Reflejo de que hay un compromiso por parte de todos sin excepción?

Siempre lo ha habido y se mantiene. En la reunión de esta semana estuvieron los tres, lo que expresa su compromiso y apoyo con el asociacionismo empresarial.

¿Qué grandes retos asumen los empresarios en este momento?

Este año va a ser movido ya que nos enfrentamos con las elecciones municipales. A ver qué pasa, con quién vamos a tener que trabajar y colaborar. A nosotros, por supuesto, nos da igual siempre y cuando desde la administración haya interés y ganas por ir de la mano con las asociaciones empresariales. Que todo funcione de la mejora manera posible y se les trate como se merecen para seguir aportando riqueza al territorio. En cuanto a líneas estratégicas, continuaremos con lo que se está trabajando. Una es la comunicación, abrir la estructura de FAE Asemar y fomentar el acercamiento a todo el empresariado y la sociedad; también ofrecer información y asesoramiento en digitalización; colaboración intersectorial con la administración; seguir ofreciendo formación y apoyo al emprendimiento. En cuanto al empleo, coordinar bolsas de trabajo y hacer de Aranda y la comarca un sitio atrayente para que los profesionales puedan venir a trabajar y se cubra la demanda que existe en muchas empresas. Y luego, la sostenibilidad, que es clave para ser competitivos, así como la economía circular y dar visibilidad a las buenas prácticas de las empresas.

Debemos buscar líneas estratégicas desde la óptica de la colaboración y el positivismo. Ser positivos y estar muy compenetradas todas las asociaciones que formamos parte del tejido de Asemar, trabajando en colaboración y unidas para que seamos un núcleo fuerte y entre nosotras haya un entendimiento.

¿Hay buena sintonía con todas las asociaciones? El último informe de Asemar, en el que se decía que el 99% del negocio es ajeno a la venta de vino, debió escocer a Asebor...

Es verdad que a raíz de ese informe se hizo una reunión para tratar este tema y la conclusión fue positiva. Se aclararon los malos entendidos y se pidieron disculpas si algo había sentado mal. Sabemos que la línea es seguir colaborando. Pudo haber ese bache, pero quedó todo aclarado.

¿Preocupan las crecientes dificultades para encontrar personal?

Sí, sí. Hay sectores con más o menos dificultad en función de la actividad que desarrollan. Pero, en general, cuando se trata de profesionales expertos en algún campo la búsqueda resulta complicada porque al final Aranda no es un sitio del todo atrayente. Eso es justamente lo que hay trabajar con la administración y con las entidades que también apuestan por ello. Hay que mejorar las infraestructuras, que el acceso a la vivienda sea más ágil y que los servicios ganen en calidad para que una familia se plantee un cambio de residencia. Es una cuestión estructural, no sólo de Aranda. Los oficios escasean en cualquier sitio, hay mucha demanda y poca mano de obra. En otros ámbitos, sí que hay oportunidad de contratar pero Aranda no es un sitio del todo atractivo para venir a vivir.

¿Por dónde habría que empezar?

Principalmente en infraestructuras. Hay que hacer que Aranda sea una localidad accesible, que tengamos una línea de tren, una oferta de autobuses regular, mejores carreteras, autovías… Está muy bien ubicada geográficamente, pero si no la dotamos de buenos servicios de transporte y buenas carreteras se queda aislada. Una persona de Segovia o Soria se planteará venirse a Aranda si hay una carretera segura. Los datos así lo reflejan. El mayor número de trabajadores de fuera procede de Burgos y eso es por la autovía. También hay que incentivar que la vivienda se alquile o se venda. Sin olvidar sanidad y educación. Son servicios tan básicos que si no se mejoran es imposible atraer talento.

¿Qué echan en falta las empresas?

Lo mismo, se necesitan polígonos con buenas infraestructuras y servicios de calidad. Lo más importante para que una empresa crezca son las personas. Y ya hay empresas que no se plantean crecer porque saben que no hay suficiente personal.

¿Por qué se resiste la llegada de nuevas empresas a Aranda?

En su día, con el paso del campo a la industria, hubo mucha potencial mano de obra. Ahora ocurre lo contrario: no hay buenas comunicaciones y hay escasez de mano de obra, con lo cual pierde atracción.

Una tarea pendiente es la dejadez de los polígonos industriales.

Sí, es una de las líneas más importantes. Cuando hablamos de colaboración con la administración uno de los temas es este. La situación ha mejorado pero con muchas dificultades. Queda muchísimo por hacer.