Los empresarios de hostelería expresaron ciertas dudas en el ecuador de la campaña de Navidad sobre el resultado final de la misma. Por un lado, se mostraron satisfechos de que la afluencia de clientes que llegaban a sus establecimientos estaba siendo similar a la de 2019 pero, por otro, temían que ese movimiento no se notara en el volumen de facturación. Finalmente, las cuentas del sector han salido adelante, con un crecimiento neto del 5 o 6% respecto a las de 2021 e igualando a las del año precovid.
El presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes, Fernando de la Varga, califica la pasada campaña de «muy positiva» por esa anhelada vuelta a la normalidad, superándose así unas expectativas que fueron decayendo desde el mes de octubre debido al crecimiento generalizado de los precios, que ha dado una tregua en el caso de la electricidad y los carburantes pero no en el de los alimentos. En este punto, asegura que ese incremento de los costes se ha repercutido de «manera contenida» en el cliente, si bien reconoce que «siempre puede haber excepciones».
Finalizada una de las temporadas con mayor actividad en el sector, el resultado de la misma hace que De la Varga se muestre optimista respecto a la evolución del primer trimestre del año, que tiempo antes vaticinó de «muy duro». «Creo que los ciudadanos quieren seguir disfrutando del ocio en la hostelería», sostiene, no sin antes mostrarse algo cauteloso en lo referente al desbordado crecimiento de materias primas «de mucha rotación en bares y restaurantes». Insiste en este punto que la bajada del IVA de alimentos básicos afecta mínimamente al sector, basando su argumento en que se trata de artículos «muy concretos» entre los que se no se encuentra la carne y el pescado, «de alto consumo en la hostelería», así como las bebidas.
Lo que parece que se mantendrá en el tiempo son las dificultades a la hora de encontrar personal para todo tipo de puestos. De hecho, señala que durante la pasada Navidad las contrataciones fueron «mínimas», con lo que los empresarios han tenido que «tirar de sus equipos» y no reforzar las plantillas. «Esta situación ha motivado que algunos establecimientos cerraran en días señalados», subraya. Con ello, las previsiones iniciales de entre 300 o 400 incorporaciones se han quedado en torno a 150.