Juan Francisco Lorenzo

Pensar con los ojos

Juan Francisco Lorenzo


Negacionismo

16/01/2023

El negacionismo es una enfermedad. No aparece en ningún capítulo en los textos de Medicina ni figura en el índice de codificación de diagnósticos, pero debería incluirse. Tampoco sabemos qué especialidad médica sería la más adecuada para tratar esta patología pero, dado que aún no se le ha encontrado ningún soporte orgánico que la justifique, seguramente acabaría en psiquiatría aunque los psiquiatras, con la habilidad que les caracteriza, dirían que es un problema social y se desentenderían. 

Tampoco es un asunto fácil de resolver, porque los afectados por esta epidemia minor, por decirlo de alguna manera, no se consideran enfermos, es más, los enfermos somos el resto que aún no hemos sido capaces de desentrañar el engaño en el que vivimos envueltos. Pero la especie humana es así, funciona así, con lógica racional o lógica disparatada, una lógica alejada de la razón que en este binomio hay muchas discrepancias. 

Para mí que la culpa de todo la tiene Aristóteles al que tanto veneramos, pues él fue quien identificó las leyes del pensamiento con la realidad, el Logos con la Vida, pero si algo es evidente es que la vida carece de lógica, y ahí se abrió la fisura por la que pasan los negacionistas para crear su realidad. 

Los humanos hemos creado religiones y hemos inventado dioses, pero ahora estamos en un momento de negación colectiva, de endiosamiento personal, de ecoendiosamiento que no sé lo que significa porque me lo acabo de inventar, pero quizás tenga esto relación con la soberbia intelectual que sirve de soporte para no creer en la realidad, y en eso los negacionistas son una estirpe avanzada. 

Los viejos paradigmas de la verdad, la belleza y el bien están en entredicho, los antiguos paseos por el Ágora no pueden competir con la navegación por internet, es una lucha desigual, en el Ágora se planteaban preguntas y en internet están todas las respuestas, el Ágora era un lugar e internet es un no-lugar: la deslocalización como medio para crear una nueva verdad. Y ahí andamos, deslocalizados, desorientados pero globalizados. 

El 2023 me ha trastornado, qué empeño por entender cuando lo que hay que hacer es vivir. Muchos vivirán navegando pero otros seguiremos remando.