El alcalde, Daniel de la Rosa, ha decidido resolver con un mero apercibimiento el expediente disciplinario que él mismo ordenó abrir el pasado mes de abril a una trabajadora eventual del Gabinete de Comunicación por difundir a través de la cuenta del Ayuntamiento en la red social de Twitter un mensaje contra el Rey Felipe VI. 

La resolución del primer edil ratifica la propuesta enviada por la instructora del expediente, la jefa del área de Personal, que considera que los hechos acontecidos únicamente encajan en el artículo 83 de la Ley 7/2005 de la Función Pública de Castilla y León, en el que se estipula una sanción de carácter leve por «el retraso, negligencia o descuido en el cumplimiento de sus funciones». Y ese tipo de infracciones, tal y como se detalla, se estipula que se resuelvan con un apercibimiento. El alcalde, libre para haber tomado cualquier otra decisión disciplinaria, ha seguido el criterio técnico.

 Cabe recordar que el mensaje que se ‘retuiteó’ desde la cuenta del Ayuntamiento y que fue borrado al día siguiente decía lo siguiente: «Yo pensaba que podríamos echar al rey una vez se mueran los fachas de viejos y sé que los cabrones tienen como nietos a Cayetanos y Cayetanas amantes de españita y lamehuevos de la monarquía».

El Ejecutivo socialista trató de averiguar lo sucedido esos días pero ninguna de las trabajadoras del Gabinete de Comunicación que gestionan la cuenta del Ayuntamiento admitían haber difundido el mensaje. Eso llevó al alcalde, en persona, a presentar una denuncia en Comisaría ante la sospecha de que se pudiera haber pirateado la cuenta municipal.

El Grupo Primero de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional confirmaba días después de la denuncia que la cuenta del Ayuntamiento no había sido pirateada e identificaba que el ‘retuit’ se podía haber realizado desde el dispositivo de la trabajadora eventual a la que se decidió abrir el expediente disciplinario.

Si bien es cierto que fue el propio alcalde el que decidió que se profundizara en la investigación, el primer edil y otros representes del Ejecutivo socialista han defendido en los últimos meses que se trataba de un error involuntario al que no había que darle más importancia.

En el PP no fueron tan generosos ya que en plena polémica aprovecharon para denunciar que se trataba de una trabajadora eventual elegida «a dedo» por el alcalde. El primer edil ha asegurado en todo momento que solo participó en el último trámite del proceso de selección, que se dejó guiar por las recomendaciones técnicas y que no conocía a la candidata.

El equipo de Gobierno se comprometió a adoptar medidas para que hecho así no se repitan.