Anguix sufre una oleada de diez robos en menos de una semana

Adrián del Campo
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Los delitos se han producido, salvo en un caso, en segundas residencias. No ha habido heridos pero «el pueblo entero tiene un sentimiento de miedo, inseguridad e impotencia»

Este es el estado en el que dejan las casas los delincuentes que están robando en las viviendas de Anguix. - Foto: DB

Diez robos en viviendas en menos de una semana. Esta es la oleada de delincuencia que atemoriza al pueblo de Anguix. Los hechos comenzaron hace siete días cuando la alcaldesa del municipio, María Teresa Arquero, vio luz en la casa de un vecino que suele estar desocupada y cuya llave guarda le regidora para cuidar de la vivienda. Al entrar en el domicilio, María Teresa se encontró con «todo revuelto». Ese mismo día fue asaltada otra vivienda de Anguix. La alcaldesa dio entonces la voz de alarma y así, entre el sábado y el domingo pasado, se descubrieron hasta cinco domicilios desvalijados.

Tras unos días de relativa normalidad, esta volvió a desaparecer de un plumazo. Este jueves, la alcaldesa salió de su casa a las 16.00 horas y al regresar, sobre las 19.00, se encontró la puerta forzada y abierta. Al entrar en su hogar todo estaba desvalijado y revuelto. Le habían robado joyas, dinero, relojes, un teléfono móvil... Tras pasar una noche en la que casi no pudo ni dormir porque le rompieron hasta el canapé de la cama, la regidora y los vecinos descubrieron en la mañana de ayer otros cuatro robos que disparaban todas las alarmas. «Esto es una oleada de vandalismo. No se puede vivir así. El pueblo entero tiene un sentimiento de miedo, inseguridad e impotencia», afirma la alcaldesa.

Esta plaga de sustracciones se une a otros dos hurtos que sufrió Anguix en Semana Santa y a otros episodios similares en poblaciones de la Ribera como Villaescusa, Olmedillo o Villatuelda. La forma de proceder en los delincuentes responde a dos patrones, el más común es el que ha sufrido en su mayoría de casos Anguix, una entrada por la fuerza siempre en viviendas de segunda ocupación, la única habitada era la de la alcaldesa; que acabó con toda la vivienda desarmada. «Me han tirado escrituras, facturas...» lamenta María Teresa.

Hasta el momento no ha habido ningún herido ya que todas las casas robadas se encontraban vacías, pero el temor de los vecinos es palpable y ya se plantean realizar patrullas ciudadanas. Por su parte, la Guardia Civil está haciendo todo lo posible por acabar con los delitos, como valora la alcaldesa, que también ha pedido refuerzos a la Subdelegación del Gobierno. Esta habría aceptado la demanda pero desde fuentes oficiales no quieren facilitar más datos a fin de no entorpecer la investigación.