No suele estar en los quintentos titulares ni llevarse los halagos. Su papel en el Hereda San Pablo es más bien secundario y casi siempre participa en la rotación saliendo desde el banquillo, pero su entrega y predisposición está fuera de toda duda. Maksim Salash es un jugador de equipo y ayer lo volvió a demostrar en la cancha del Coosur Real Betis, ayudando a sus compañeros en los dos aros. Su energía fue esencial. «Es un soldado», dijo hace poco su entrenador, Paco Olmos.
El ala-pívot bielorruso reemplazó a un desacertado Jarell Eddie y cambió la cara a los suyos en el segundo cuarto a base de intensidad defensiva. Robó balones, cogió rebotes (4), dio asistencias (2) y sembró dudas en el oponente para mantener al Hereda San Pablo en la brecha. También aportó en el aro contrario y se marchó hasta los 11 puntos.
En total, disputó 19.36 minutos, robándole protagonismo a un Eddie que no termina de encontrarse cómodo (...).
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