En peligro los eventos de la hostelería

B.G.R.
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Fechas como la del festival de música ya se están cambiando. La Federación teme que vuelva a demorarse como el año pasado y que tenga que anular actividades de promoción por falta de tiempo

La patronal del sector quiere ampliar este año la Ruta de la Gilda o el Vermú. - Foto: Christian Castrillo

El malestar con el Ayuntamiento vuelve a cundir en la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería. Como ya ocurriera hace un año, cuando el colectivo vivía duras restricciones por la pandemia, el sector se mantiene a la espera de firmar el «comprometido» convenio de colaboración con la ahora Gerencia Municipal de Cultura y Turismo, cuyo importe asciende a 100.000 euros con los que desarrollar un programa de eventos para la «promoción de ciudad» que ahora ve peligrar por la falta de tiempo.

«Estamos a finales de julio y agosto es prácticamente inhábil en el Consistorio», denuncia el presidente de la patronal, Fernando de la Varga, quien asegura que esta situación supone «reajustar todas las actividades previstas» para el último trimestre, además de que reconoce que alguna de ellas «se quedará fuera» y ya no entrarán las que se contemplaban como novedades respecto al plan inicial. Durante el segundo semestre del año, se preveía celebrar la segunda Ruta del Desayuno durante 15 días, a la que se quería reformar con la incorporación de citas gastronómicas en espacios como La Estación de la Ciencia y la Tecnología o el Castillo.

La intención del colectivo también pasa por repetir la Ruta de la Gilda o del Vermú, en esta ocasión de carácter provincial, mientras que el acto estrella se ha decidido posponer para octubre. Se trata de la recreación del festival de música Woodstock de Nueva York que ya se pretendió realizar en 2020, pero que tuvo que posponerse por la pandemia y el año pasado por la premura de los tiempos. Estaba previsto a principios de septiembre en tres escenarios (el monasterio de San Juan, la plaza del Rey San Fernando y la plaza de Santiago en Gamonal) con la participación de bandas tributo. Junto a la programación musical, se contemplaba el desarrollo de recreaciones históricas y eventos culinarios todos ellos relacionados con los años 60.

De la Varga muestra su temor a que las actividades no puedan salir adelante, algo que considera que va «en detrimento del proyecto de ciudad y de dinamización turística que busca la Federación de Hostelería». Asegura que representantes de la patronal han mantenido distintas comunicaciones con la Gerencia para desbloquear la situación, si bien estas no han dado sus frutos. «Nos dicen que el anterior convenio no está liquidado y sin eso no se puede firmar uno nuevo, cuando todos los gastos se encuentran perfectamente justificados», subraya el empresario, quien considera que este retraso en la firma pone de manifiesto «la dinámica de lentitud con la que nos encontramos en el Ayuntamiento, donde no sabemos por qué pero todo se dilata de forma tan manifiesta».

 El acuerdo del año pasado, que se anunció antes de la pandemia, no se rubricó hasta el mes de noviembre, después de que se topara con varios contratiempos de carácter burocrático, entre ellos el informe de Intervención. Al retrasarse tanto en el tiempo, ambas partes redujeron la cuantía inicialmente prevista, que se quedó en 50.000 euros, al tiempo que la hostelería advertía de la necesidad de que no ocurriera lo mismo durante este ejercicio. De hecho, su previsión inicial pasaba por que estuviera listo el pasado abril.