La piscifactoría de Quintanar se dedicará a criar esturión

F. TRESPADERNE
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La sociedad Quintanarlanza ya está 'auditando' la instalación municipal tras arrendarla por 25 años

En líneas generales, los promotores se han encontrado una instalación en buen estado, aunque precisa inversiones. - Foto: f2estudio

Poner en marcha un negocio siempre es una aventura, pero lo es aún más cuando se pretende hacerlo en el medio rural y en el pueblo de uno, que es lo que están tratando de hacer tres serranos, ligados a Quintanar y Canicosa de la Sierra, aunque residen en Madrid, que se han hecho con el arrendamiento de las instalaciones de la piscifactoría municipal de Quintanar de la Sierra para poner en marcha un proyecto que están comenzando a diseñar y en el que el gran protagonista será el esturión, del que se obtiene el preciado caviar.

Mientras se desarrolla el proyecto para obtener caviar del esturión, proceso que durará unos cuatro años, la sociedad Quintanarlanza dedicará parte de las instalaciones de esta gran piscifactoría, cedida hace unos años por la Junta al Ayuntamiento de Quintanar, a la producción de trucha, tanto común como arco iris, con el fin de ir amortizando la inversión que tendrán que realizar, una inversión que todavía no está cuantificada. «En estos momentos estamos haciendo una 'auditoría' de toda la instalación para comprobar cómo se encuentra, en principio parece que está en buen estado por las inversiones que en su día realizó la Administración regional y próximamente la pondremos en marcha, con la supervisión de la persona que en su día redactó el proyecto para ver cómo responden los diferentes sistemas», manifiesta uno de los tres socios.

Con independencia de cómo se encuentre el complejo, estos tres socios tienen claro que «será necesario realizar una fuerte inversión para poner en marcha el proyecto que ahora estamos definiendo», matiza, a la vez que asegura que necesitarán ayuda de las administraciones, desde el Ayuntamiento de Quintanar a la Junta de Castilla y León, pasando por la Diputación de Burgos o el grupo de desarrollo rural Agalsa.

Primeros pasos. Antes de redactar y poner en marcha el proyecto, que tendrá que contar con el visto bueno de la Junta, estos empresarios serranos están, con el apoyo de técnicos y personas relacionadas con el sector, realizando estudios sobre el agua del Arlanza, tanto sobre la temperatura a lo largo del año como sobre el caudal en distintas épocas. Además, están manteniendo contactos con otras piscifactorías españolas dedicadas a la cría y producción de esturión para obtener caviar, sitas en Andalucía y La Rioja, y con empresarios de la distribución para consumo de truchas o para cotos. En principio no descartan ninguna línea de negocio, aunque la principal se pretende que sea la del esturión, ya que el agua y el clima son apropiados para la cría de esta especie.

Si todo transcurre como tienen previsto desde Quintanarlanza, las primeras truchas, se pretende que la mayor parte de la producción sea de la que se conoce como común, comiencen a ocupar las piscinas antes de la próxima primavera, declara uno de los socios, que se muestra ilusionado con este proyecto que pretende rescatar para Quintanar unas instalaciones y actividad que tienen una gran tradición en el municipio, y que espera recuperen la importancia que tuvieron hasta que la Administración regional decidió cerrarlas.

Estos tres conocidos empresarios, tras el concurso convocado por el Ayuntamiento, que en un primer intento quedó desierto par falta de licitadores, se hizo recientemente con el contrato de arrendamiento de la piscifactoría por 25 años, prorrogables en función de la inversión que realice Quintanarlanza, siendo la renta establecida en 7.740 euros, cantidad mínima permitida por ley, ya que el alquiler se fija en el seis por ciento del valor de tasación del bien, en este caso la piscifactoría, que está valorada en 128.000 euros.