El vidrio es uno de los materiales más empleados en el día a día:botellas, espejos, ventanas, mamparas, lunas de coche o vajilla son algunos de los elementos cotidianos formados por cristal que utilizamos, y cuyo proceso de reciclaje una vez que se convierten en inservibles -o se rompen- es altamente complejo.Una de las empresas punteras enEspaña y Portugal en el reciclado de estos objetos y su conversión en polvo de vidrio, para darles una nueva vida tiene su sede central en el polígono de Villalonquéjar.
GrupoSantaolalla, a través de su filial Ecosan Ambiental, arranca este lunes los trabajos para habilitar en su parcela de López Bravo una moderna línea de procesamiento tras una inversión que ronda los 4,5 millones de euros. A través de una tecnología optoelectrónica -con visión artificial- pondrán en marcha un vial para detectar cualquier partícula de vidrio por minúscula que sea. A grosso modo se trata de una recorrido en forma de cascada que seguirán los restos de vidrio plano (mamparas, lunas de coche...); según va cayendo, una serie de cámaras va analizando todo lo que cae, mientras que el ordenador decide o bien dejarlo pasar o bien dispararlo mediante un soplido para separar el material. «El objetivo es extraer la materia prima para poder darle nuevos usos», indica Fernando Santa Olalla, director general delGrupo Santaolalla. En la actualidad la eficacia de reciclado ronda el 90%, es decir, apenas se pierde un 10% de material original, aunque con este nuevo avance se pretende alcanzar cotas de desperdicio de vidrio de apenas un 5%, a los que hay que restar el 3,5 o 4% que forman otros elementos que componen los botellines, cristales o mamparas.

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