Los forenses y los niños tienen un nuevo amigo

I.E.
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El Instituto de Medicina Legal pone en marcha en Burgos un proyecto pionero en Castilla y León que busca reducir el estrés que sufren los menores ofreciéndoles la compañía de un perro cuando acuden a ser explorados

Los forenses ponen en marcha en Burgos un proyecto pionero en Castilla y León busca reducir el estrés que sufren los niños ofreciéndoles la compañía de un perro. - Foto: Luis López Araico

Si para un adulto cualquier experiencia con la Administración de Justicia entraña un mal trago, una situación estresante que provoca ansiedad e incluso miedo, qué no supondrá para un niño. Sabedores de la tensión con la que acuden los menores al Instituto de Medicina Legal -bien para ser explorados como víctimas o bien como parte afectada en un proceso se separación- los responsables del servicio han puesto en marcha un novedoso proyecto que trata de tranquilizarlos, de conseguir que dicho trance no constituya un trauma en sus vidas.  Se trata de un programa piloto -pionero en Castilla y León- con perro de asistencia judicial. Raco, un labrador chocolate de dos años, es por tanto el nuevo amigo de los niños y los forenses, un animal cuya principal misión no es otra que la de hacer que la estancia de los pequeños en el Instituto de Medicina Legal «sea lo más agradable posible».

El equipo que lidera la iniciativa y que llevó a cabo la solicitud para ponerla en marcha lo componen Covadonga Melchor, oficial de actividades específicas en el área de patología, terapeuta ocupacional y técnico de asistencia con animales, además de dueña del perro; Milagros del Campo, psicóloga forense del Instituto, y Mónica Martínez, trabajadora social. A ellas se les une Amador Martínez Tejedor, director del Instituto, valedor y supervisor del programa.

Lo cierto es que hace una década que los impulsores del proyecto hicieron la primera intentona. De hecho, Covadonga poseía un cocker spaniel «perfectamente entrenado» que podía haber empezado a trabajar con niños, «pero no era el momento». Ahora se han dado todos los requisitos para que la iniciativa cuente con el apoyo del Poder Judicial, después de que en 2015 se aprobara el Estatuto de la Víctima y entraran en vigor disposiciones legislativas que persiguen evitar «la segunda victimización de las víctimas». Además, con la ampliación de la sede del Instituto -en el Divino Valles- se «han creado unas instalaciones nuevas, con salas de menores» que han creado una atmósfera «más propicia» para el inicio del programa, que está dando sus primeros pasos, después de que la pasada primavera fuera presentado a jueces y fiscales.

Sus promotores han empezado ya la labor de divulgación del programa y de darlo a conocer a las familias, con el fin de que Raco -el perro- pueda empezar a realizar los primeros acompañamientos en este principio de año. Por supuesto, no se trata de un servicio obligatorio, es un recurso que se oferta en el momento de la citación a la familia o a los tutores y son ellos quienes responden de forma positiva o negativa, en función de si al niño le gustan los perros o si presentan alguna alergia (...).

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