Malestar docente al desconocer aún los currículos de la Lomloe

B.G.R.
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Los sindicatos critican que el profesorado tendrá solo 15 días para adaptar unas programaciones que podrían cambiar cuando se publiquen los textos finales. Acusan a la Junta de «falta de empatía»

Las clases comenzarán el 9 de septiembre en Primaria y el 14 en la ESO y Bachillerato. - Foto: Alberto Rodrigo

Las dudas y el malestar por parte del profesorado, que ya se dieron antes de acabara el curso el pasado 23 de junio, continúan llegando a las centrales sindicales ante la «falta de información» por parte de la Consejería de Educación. Los representantes de los trabajadores critican la tardanza de la Administración regional en publicar los currículos definitivos fruto de la entrada en vigor de la nueva ley (Lomloe), que deberán aplicarse en los cursos impares a partir del 9 de septiembre en Infantil y Primaria y del 14 en la ESO y Bachillerato, después de que los borradores se publicaran a finales de mayo.

La principal preocupación de los sindicatos radica en cómo se adaptará la programación del próximo curso al no conocerse aún los textos definitivos y los posibles cambios o no que recojan, lo que, en su opinión, supondrá un trabajo extra para los docentes, que tendrán que realizar ese ajuste «a marchas forzadas» porque solo contarán con apenas 15 días para hacerlo, tal y como subraya Elena Ferrero, representante de Stecyl en Burgos. 

Sobre este aspecto también incide María José Santamaría, que exige la publicación inmediata de  unos currículos que «deberían haberse conocido durante el último trimestre del pasado curso para que a los docentes les diera tiempo a llevar cabo dicha tarea y formarse para ella». Apunta en este sentido que una programación no solo afecta a los contenidos objeto de estudio en cada nivel de enseñanza, sino también a la metodología que debe seguirse, adecuada a cada edad e interrelacionada entre áreas de conocimiento. «No solo se trata de materias, sino de cómo organizarlas e impartirlas», añade.

Santamaría reconoce que en, principio, se confiaba en que hubiera una moratoria para la aplicación de la Lomloe, si bien «el plazo para solicitarla ya pasó», y desde que se conocieron los borradores el 31 de mayo «no hemos tenido más noticias» al respecto. Esta situación genera «incertidumbre» debido a que al manejar solo esos documentos se teme que «los profesores tengan que modificar sus programas varias veces hasta que estén conformes con lo que los inspectores de Educación requieran (...)».

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